La Policía Nacional ha detenido en Bilbao a dos de los últimos integrantes de una red de tráfico de seres humanos que había comerciado con más de 50 mujeres y que se dedicaba a facilitar el paso de ciudadanos africanos hacia Europa por Euskadi.

Esta organización criminal había sido desarticulada a principios del año pasado con la detención de diez de sus miembros, según ha informado este lunes la Policía.

Los dos últimos detenidos en Bilbao, a quienes se imputan delitos de tráfico de seres humanos y de pertenencia a organización criminal, habían escapado a su país de origen, Malí, para evitar ser capturados.

La operación que dio origen a estas dos últimas detenciones se inició a finales del año 2019, cuando los investigadores tuvieron conocimiento de que un gran grupo criminal, compuesto por, al menos, doce personas originarias de Camerún, Sierra Leona, Malí y Liberia, entre otros países del Golfo de Guinea, estaban captando a mujeres que habían entrado irregularmente a España.

Los integrantes de esta red aprovechaban la desesperada situación personal y familiar de mujeres provenientes del continente africano que pretendían entrar a España, o ya habían entrado clandestinamente por el sur de la península, para acercarse a ellas a través de contactos que el grupo tenía en Marruecos y en asociaciones de asistencia y ayuda a la inmigración asentadas en Algeciras, Teruel, Córdoba o Sevilla, y ofrecerles cruzar la frontera de Francia, a través de Irún, a cambio de una sustancial compensación económica.

A las víctimas les facilitaban la llegada en autobús hasta Bilbao, donde eran recogidas por diferentes miembros del entramado criminal, y después eran trasladadas en vehículos hasta pisos del barrio de San Francisco, donde eran alojadas a la espera del momento propicio para ser llevadas, también en coches particulares o en autobús, hasta San Sebastián o Irún, para, posteriormente, ayudarlas a cruzar la frontera con Francia.

Los investigadores tienen constancia de que el grupo traficó con, al menos, 51 mujeres.

Tras las diez detenciones realizadas en febrero de 2020, un reducido número de miembros de la red logró huir a sus países de origen, y finalmente el lunes y el miércoles de la pasada semana fueron detenidos dos de ellos que habían regresado a Bilbao.