Rosario Porto, condenada a 18 años de cárcel por la muerte de su hija, Asunta, y que ha sido encontrada ahorcada esta mañana en su celda de la prisión de Brieva (Ávila), contó hasta en seis ocasiones con protocolo antisuicidios, aunque su situación y estado mejoró desde que el pasado mes de marzo llegó al centro penitenciario abulense.

La cárcel de Teixeiro ha acordado aplicar el protocolo antisuicidios a Alfonso Basterra, el exmarido de Rosario Porto. Fuentes penitenciarias han indicado que la decisión se ha adoptado tras comunicarle a Basterra el suicidio de Porto y constatar los funcionarios su reacción, ya que ha quedado "muy impresionado" por la noticia.

Cuando Rosario Porto se encontraba , al principio, en la prisión de A Lama, y después en la de Teixeiro, Instituciones Penitenciarias activó hasta en seis ocasiones el protocolo antisucidios. Según el mismo, durante las 24 horas estaba acompañada por otra interna ante el riesgo de autolesión.

El pasado mes de marzo, Rosario Porto, condenada junto a su marido por el asesinato de su hija adoptiva, Asunta Basterra, fue trasladada hasta la prisión de Brieva, en Avila, y su estado "mejoró" ya que se integró plenamente con el resto de internas, además de que estaba "muy bien valorada por ellas.

Esta mejora permitió levantar el protocolo antisuicidio a Rosario Porto, quien ha sido encontrada ahorcada esta mañana en su celda y que aunque se le han practicado maniobras de reanimación, el personal del Servicio de Emergencias 1-1-2 sólo ha podido certificar su muerte.

OTROS EPISODIOS CON PASTILLAS Y CORDONES

Rosario Porto había protagonizado varios episodios como la ingesta de pastillas o el uso de unos cordones alrededor del cuello en lo que se interpretó internamente como una llamada de atención, ante la imposibilidad de quitarse la vida con dichos cordones.

El protocolo antisuicidios no se puede mantener de forma indefinida ya que implica que el interno esté 24 horas supervisado con lo que se denomina 'preso sombra', normalmente en la enfermería. En el caso de la condenada por matar a su hija Asunta, se decidió por parte de los psicólogos renunciar al protocolo debido a la evolución favorable una vez que llegó a Brieva, donde ejercía una "cierta ascendencia" hacia el resto de reclusas por su condición de abogada.

También dio muestras de mejoría porque se cuidaba físicamente y pedía cremas y otros productos de belleza, haciendo vida normal en el módulo ordinario que compartía con otras presas, de ahí la sorpresa causada entre los funcionarios y la dirección de Brieva por utilizar una tela para ahorcarse.

La prisión de Brieva, en Ávila. EP

INVESTIGACION INTERNA Y AUTOPSIA

Instituciones Penitenciarias ha informado del suceso con la apertura inmediata de una investigación para esclarecer las circunstancias que rodean a esta muerte después de que los funcionarios de vigilancia encontraran a Rosario durante el recuento en la celda que solo ocupaba ella.

Inmediatamente, según el organismo dependiente del Ministerio del Interior, se le han practicado maniobras de reanimación, dando aviso a los servicios de emergencias 112, que sólo han podido certificar la muerte de Rosario Porto. También se ha dado traslado al juzgado de guardia y a la familia.

DE FAMILIA ACOMODADA

Hija de una familia acomodada, un reputado abogado de Santiago y una catedrática de Historia del Arte, Rosario Porto, que ha fallecido con 51 años, siguió en su juventud los pasos de su progenitor, se licenció en Derecho y pasó temporadas en distintos países europeos para mejor el aprendizaje de idiomas.

De hecho, herederó de su padre el cargo de cónsul de Francia, que dejó en 2006. También aparcó su carrera como abogada unos años antes del crimen de su hija adoptiva para reorientar su actividad profesional a las vinculadas con el ámbito comercial.

Basterra y Porto, padres de Asunta Basterra, durante la vista de apelación de la sentencia. EFE

Ya casada con Alfonso Basterra --que cumple condena en la prisión de Teixeiro (A Coruña)--, decidieron adoptar en China a Asunta. Sin embargo, ambos pusieron fin a su relación matrimonial con posterioridad a la muerte de los padres de Rosario Porto, en 2011. De ellos, heredó un importante patrimonio.

SOSTUVO QUE ERA INOCENTE

Desde su condena por el asesinato de su hija adoptiva --cuyo cadáver fue hallado el 22 de septiembre de 2013 en una cuneta del municipio coruñés de Teo, donde Rosario Porto tenía una casa-- a través de su abogado defendió su inocencia.

El letrado, en sus declaraciones a los medios de comunicación, alertó en varias ocasiones de la "depresión profunda" de su clienta, un problema que vinculó con una situación de "hace muchos años". Pese a su recomendación, ella se negaba, según el mismo relató, a pedir permisos, que él planteba como una manera de lograr su clasificación en tercer grado y anticipar el cumplimiento de la pena.

Desde el primer momento, las pistas sobre la muerte de su hija apuntaron al entorno cercano y, en concreto, a ella y su exmarido. Ambos, en la noche en la que se produjo la muerte de Asunta, habían acudido a una comisaría de Santiago de Compostela a denunciar la desaparición de su hija.

Las "inconsistencias" detectadas por la Guardia Civil en las declaraciones de los padres sobre los últimos movimientos de Asunta y las primeras pruebas precipitaron sus detenciones. En un primer momento, Rosario Porto se negó a colaborar en las diligencias, pero luego ofreció hasta tres versiones frente a la postura de su expareja que se negó a declarar ante el juez y a colaborar en las diligencias.

En el juicio, su retrato fue el de una mujer cabizbaja, vestida con ropa oscura, que defendió su inocencia. "No maté a mi hija, no, no maté a mi hija", respondió a su abogado cuando éste le preguntó directamente si había sido la responsable de la muerte de la menor en una declaración con contradicciones que vinculó entonces a "lagunas".