BILBAO. El tribunal presidido por la magistrada Nekane San Miguel de la sección sexta de la Audiencia de Bizkaia ha iniciado pasadas las 10 horas de este martes la primera de las cinco sesiones previstas para este juicio que se va a celebrar íntegramente a puerta cerrada y que ha arrancado con la declaración de los tres acusados, quienes han rechazado haber abusado de la joven.

Después ha declarado la víctima de este procedimiento, que tenía 18 años cuando ocurrieron los hechos y que la confirmado el relato de la denuncia. Tras ella, ha testificado su padre que fue quién acudió a recoger a la chica a Santutxu, donde amaneció la madrugada de autos.

La primera sesión del juicio se ha prolongado durante más de cuatro horas.

La magistrada Nekane San Miguel citó a las partes hace días para acordar la adopción de esas medidas para evitar que trascendiera a la prensa datos sobre el procedimiento y proteger así, a la víctima del delito, en aras a evitar lo ocurrido en el juicio de 'La Manada'.

El recuerdo de lo que ocurrió en ese juicio en Iruñea ha estado muy presente durante en la instrucción del caso que desde hoy se juzga en Bilbao y así, tanto la Fiscalía como la acusación particular representada por el letrado Javier Beramendi, como los abogados de la defensa de los tres imputados acordaron ese secreto, de manera que solo los familiares de los afectados podrán presenciar la vista oral.

Los medios de comunicación no podrán acceder a la vista en ningún momento, como advirtieron ayer desde el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco y como esta mañana los agentes de la Ertzainza encargados de la seguridad del edificio han recordado a los periodistas.

También los letrados de las partes han comentado la imposibilidad de informar sobre lo que ocurra en el juicio, unas medidas tan estrictas para garantizar el secreto y el derecho a la intimidad de la víctima que algunos abogados no habían conocido a lo largo de su trayectoria profesional.

La Fiscalía pide para los acusados, con edades entre los 20 y los 28 años cuando ocurrieron los hechos y que se encuentran en prisión provisional, penas cercanas a los 80 años de cárcel, y la acusación particular eleva la solicitud de prisión a más de 100 años.

Por su parte, los letrados de la defensa solicitan su absolución.

La madrugada del 14 de enero de 2017, según las acusaciones, los acusados y la joven acudieron a un zona de "vending" -pequeño recinto con máquinas expendedoras de comidas y bebidas- junto a las escaleras de Solokoetxe, tras salir de una sala de fiestas del centro de Bilbao.

El fiscal y la acusación particular sostienen que, una vez allí, los jóvenes acorralaron y abusaron de la chica, conscientes de que no se encontraba en plenas facultades ya que había bebido alcohol.

El juicio que está previsto que se prolongue otras cuatro sesiones más. Para mañana está previsto que declaren los testigos que suman casi la veintena.

Tras las declaraciones de los testigos, será el turno de ertzainas que llevaron a cabo la investigación, agentes de la policía científica y los forenses.

Entre las pruebas de cargo, destaca la existencia de un vídeo de una cámara de seguridad de la zona donde ocurrieron los hechos.