La norma UNE-EN 13814, desarrollada por la Asociación española de Normalización (UNE) establece requisitos esenciales de seguridad para el diseño, fabricación, inspección y explotación de atracciones y dispositivos de entretenimiento. Tiende a unificar criterios, pero no existe un reglamento estatal homogéneo que sea de obligatorio cumplimiento.

Un vacío legal al carecer de una norma específica para hacer inspección mecánica de puestos de feria resultó determinante en el accidente de Castro Urdiales en el que resultaron heridas tres menores. La ley de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas de Cantabria de 2017 indica lo que hay que verificar pero aún no se ha desarrollado el decreto que señale cómo hacerlo. Frente al férreo control en Euskadi o regulaciones como la de Galicia, en suelo cántabro la responsabilidad recae sobre el propietario de la máquina directamente.

Según la Dirección General de Industria y el Ayuntamiento de Castro, que se reparten las competencias, la barraca sí había pasado los controles que actualmente exige la ley. Una vez comprobado el aparato eléctrico, es el Consistorio el que verifica que el resto está bien pero sin una normativa definida que diga cómo hacerlo: es decir, qué tipo de profesional ha de comprobarlo, qué puntos ha de inspeccionar o si la revisión debe ser profunda o basta con que sea pormenorizada.

Fallo en la atracción

La atracción de El Saltamontes, instalada en una feria de la plaza Barreda, en Castro Urdiales, empezó a girar con alrededor de 40 niños a bordo. En el momento en que la intensidad subió, uno de los coches en el que se encontraban tres niñas, falló, se dio vuelta y quedó suspendido al revés sin detenerse su movimiento.

Dos de las menores salieron despedidas y la otra quedó colgada de la atracción con un brazo hasta que finalmente se detuvo. Las tres menores, de 14 y 15 años, que resultaron heridas, fueron trasladadas al hospital de Cruces y dadas de alta un día después. Solo había pasado una semana desde el último accidente en una atracción de feria, en Murcia, ese sí con un resultado fatal.

Tragedia en Murcia

En la madrugada del domingo 15 de junio fue una niña de dos años la que falleció por una descarga eléctrica en una atracción de camas elásticas en la pedanía de Alquerías, en Murcia. La menor sufrió el impacto cuando se sujetó a la barandilla metálica para bajar de la atracción. Otros tres niños, de 8, 11 y 12 años, también resultaron heridos en esas camas elásticas, que cuentan con una red metálica y no de hilo. Dos personas fueron detenidas y luego puestas en libertad condicional por el accidente tras imputarles un delito de homicidio por imprudencia grave: el dueño de la atracción y el encargado de operarla ese día. 

Anteriormente, hace más de tres años murió una menor de cuatro años en un castillo hinchable en la Feria de Navidad de Mislata (Valencia). Desde entonces la madre se ha dedicado a exigir justicia en sus redes sociales para el caso de su hija y para casos similares. “Duele mucho ver que la niña de la feria de Murcia haya perdido la vida por los mismos motivos que Vera: una deficiente instalación y una nula revisión”, publicó su madre estos días ante la falta de regulación homogénea en el Estado sobre los requisitos de seguridad a exigir en las atracciones de feria.