El invierno astronómico, que comenzará el próximo 21 de diciembre a las 10:21 hora peninsular, se prevé más cálido de lo normal y menos lluvioso, tras un otoño que ha sido el séptimo más húmedo del siglo XXI y el vigésimo desde 1961.

Empieza a ser algo "clásico" en meteorología que las estaciones sean una tras otra más cálidas de lo normal, ha señalado Rubén del Campo, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), quien ha avanzado el escenario más probable durante los próximos tres meses: Temperaturas superiores a lo normal en todo el Estado, sobre todo en el noroeste y sur peninsular y en ambos archipiélagos.

En rueda de prensa para presentar el avance prediccional del invierno y un análisis del otoño, el portavoz de Aemet ha incidido en que estamos ante un trimestre cálido, situación que también se dará en Europa, donde se vislumbra un invierno también más cálido.

La probabilidad de un invierno templado es de un 60-70 por ciento en la mayor parte de la península, incluso de más de un 70 por ciento en el noroeste, en el sur y en ambos archipiélagos, es decir, en zonas costeras, lo que indica un invierno marcado por los anticiclones sobre las borrascas.

Cuando esto ocurre en invierno -ha detallado el portavoz- se forman inversiones térmicas, con temperaturas más bajas en zonas de valles que en montañas, por la formación de bancos de niebla, mientras que en zonas costeras las temperaturas son más altas, lo que implica un invierno cálido en la costa.

En este punto, incluso ha resaltado la probabilidad nada "despreciable", entre un 40 y un 70 %, de que el invierno esté entre el 20 % de los más cálidos.

En cuanto a las lluvias, el contexto más probable arroja una probabilidad entre el 40-50 % de un invierno con menos precipitación de lo habitual, aunque "las incertidumbres del pronóstico son muy elevadas". Para el extremo oriental peninsular y Baleares "no hay una tendencia clara" en los datos climatológicos.

Temperaturas en otoño

Respecto a la estación otoñal, el portavoz ha destacado que hay una tendencia a que sea una "prolongación del verano" y como dato curioso ha explicado que entre 1961 y 2005 solo el otoño de 1983 fue más cálido que el actual, mientras que el último otoño con temperaturas inferiores a la media fue el de 2010.

El otoño de 2024 (1 de septiembre hasta el 30 de noviembre) fue muy cálido, con una temperatura media en la península de 15,5 grados, valor que queda 1,1 grados por encima de la media estacional, en el periodo de referencia 1991-2020.

El portavoz de Aemet ha precisado que el otoño arrancó con un septiembre frío. Sin embargo, octubre fue cálido y noviembre extremadamente cálido. "Con una temperatura media 2,8 grados por encima de la media, es el noviembre más cálido desde el comienzo de la serie en 1961".

Durante el trimestre predominaron los episodios cálidos y destaca los del 29 de octubre y 11 de noviembre y del 14 al 21 de noviembre, con temperaturas muy altas, como lo demuestra los 37,1 grados en La Aldea de San Nicolás (Gran Canaria) el día 8 de noviembre, "la temperatura más alta registrada en el Estado en un mes de noviembre".

Precipitaciones

El otoño fue húmedo, con una media peninsular de 236,5 litros por metro cuadrado, el 118 por ciento del valor normal del trimestre en el periodo 1991-2020.

Los datos demuestran que fue muy húmedo en zonas del nororiente peninsular, así como en Cádiz, Huelva y otros puntos del interior de la península y de Galicia y fue seco en Canarias, noreste de Baleares y de Cataluña y en zonas de Madrid, Extremadura, Castilla y León, Euskadi, Asturias y Galicia.

Septiembre fue húmedo, mientras que octubre fue "extremadamente húmedo" (el más lluvioso de toda la serie histórica, con unas lluvias cercanas al doble de lo normal, mientras que noviembre fue muy seco, con lluvias por debajo de la mitad. "Se ha tratado del segundo noviembre más seco del siglo XXI, tan solo por detrás de 2004", ha explicado el portavoz.

Durante la rueda de prensa, Rubén Del Campo ha hecho mención especial al 29 de octubre, jornada en la que se produjo un episodio extraordinario de lluvias torrenciales en el área mediterránea del este peninsular. La presencia de una DANA y la llegada de vientos muy húmedos, que atravesaron un Mediterráneo más cálido de lo normal, derivaron junto a otros factores locales, en importantes sistemas tormentosos en las provincias de Valencia, Cuenca, Albacete y Murcia, además de en la provincia de Málaga.

26

En imágenes: la 'zona cero' de la Dana un mes después

En localidades como Chiva cayeron alrededor de 500 litros por metro cuadrado y en Turís, 771 litros, ha recordado Del Campo, quien ha matizado que en esta última localidad se recogieron en apenas una hora 184 litros, la mayor cantidad en una hora en el Estado desde que hay registros.

A comienzos de noviembre también hubo lluvias torrenciales en el área mediterránea, destacando los 144,2 litros del día 4 en Barcelona/aeropuerto, la cantidad más alta registrada en 24 horas de toda su serie.