Este lunes se desplazaron hasta Valencia 16 voluntarios de la DYA de Bizkaia y entre ellos viajó Esther Vázquez, una psicóloga vizcaina que se encuentra en las zonas más afectadas trabajando con intervinientes y con voluntarios que se han acercado a echar una mano en las tareas sanitarias y de limpieza.

Algunos llevan allí desde el miércoles, justo después de que la DANA destrozara casas, garajes y calles en diferentes puntos de la Comunidad Valenciana. Han visto familias destrozadas por haberlo perdido todo, personas completamente rotas tras conocer el fallecimiento de conocidos y familiares, las calles, cuentan los voluntarios que se encuentran allí, son "territorio de guerra".

Sin embargo, cuenta Esther, quienes se encuentran ayudando a los afectados aún "no son plenamente conscientes de lo que están viviendo". "Ahora mismo la gente esta con muy enfocada en ayudar y cuando vuelvan a su casa y digieran lo que han vivido, vendrán muchas secuelas psicológicas", detalla.

Gente "muy joven" entre los voluntarios

Esta voluntaria de la día indica que lo que se han encontrado al llegar a Valencia es "gente con muchas ganas de ayudar a pesar de las imágenes tan duras con las que se van a volver a casa". Matiza, además, que quienes se encuentran ayudando sin parar es gente "muy jóven", de entre 17 y 18 años "que han venido como han podido con sus amigos a ayudar a limpiar las calles". "A pesar de todo el cansancio nos dicen que van a seguir ayudando y que cuando la semana que viene vuelvan al instituto será su descanso", relata.

Sin embargo, ese descanso no será total ya que apunta que las secuelas psicológicas serán importantes, por lo que podrán descansar el cuerpo, pero la mente será algo más complicado.

"En una gasolinera nos regalaron agua cuando supieron que nos dirigíamos a Valencia"

En cuanto al recibimiento que han tenido los voluntarios de la DYA de Bizkaia al llegar a Valencia, cuenta que ha ido todo "muy bien" no solo con las personas que se encuentran en las zonas afectadas, sino con quienes se han ido encontrando por el camino. "Cuando íbamos hacia allí nos han dado mucho ánimo personas con las que nos encontrábamos en las paradas que realizábamos, de hecho, en una gasolinera nos regalaron agua cuando supieron que nos dirigíamos a Valencia", recuerda.