José Luis Fernández está más que satisfecho con cómo se está desarrollando el 7º Congreso de la International Long-Term Care Policy Network (ILPN), la Red Internacional de Políticas de Cuidados de Larga Duración que él fundó en 2010 y de la que es director. “Hemos batido récords de asistencia y, desde luego, de presentaciones”, apunta. Nacido en Madrid, aunque británico de adopción tras llevar treinta años viviendo en Londres, este economista del ámbito de salud se felicita de haber podido celebrar este evento en Bizkaia.
¿Qué valoración hace del arranque de este Congreso?
Muy buena. Estamos muy contentos de haber tenido con nosotros al lehendakari y a la diputada general. Hemos recibido mucho apoyo de Bizkaia. En términos de asistencia, también. Tenemos más de 300 expertos de todo el mundo de más de treinta países, son 220 presentaciones… Hay muchísimo material.
El del envejecimiento es un fenómeno global, pero que tiene una incidencia especial en Euskadi.
En términos de envejecimiento está por encima de la tasa media española. Pero el envejecimiento no es necesariamente un problema, refleja que estamos viviendo más tiempo. La cuestión es cómo estamos envejeciendo, si lo estamos haciendo de una forma saludable o no. Y es un fenómeno común a todos los países desarrollados. Los retos frente a esta demanda que crece de forma exponencial son muy similares: recursos, eficiencia, uso de la tecnología...
"En todos los países de renta media-alta están experimentando en nuevos modelos de cuidados. Bizkaia y Euskadi en general son muy interesantes por los servicios que están desarrollando"
En Euskadi, las instituciones están implantando modelos de cuidados de larga duración. ¿Esto es común en todos los países?
En todos los países de renta media-alta están experimentando en nuevos modelos de cuidados. Bizkaia y Euskadi en general son muy interesantes por los servicios que están desarrollando. Me gusta mucho lo que se está haciendo a la hora de desarrollar ecosistemas en los que las residencias se integran más en la vida de la ciudad. También el uso de la tecnología para ayudar a los cuidadores no profesionales. Todo esto lo he hablado con expertos de la Organización Mundial de la Salud y lo destacan como ejemplos a seguir en otros países.
Según datos expuestos en la primera jornada del congreso, de aquí a 2050 se triplicará la cifra de mayores de 80 años en el mundo. Hará falta movilizar muchos recursos...
El que haya envejecimiento de personas no significa que no se pueda hacer frente a ese gasto. Por otro lado, hay que desarrollar modelos de prevención que incidan en qué estado llegan las personas a esa edad. Si quieres reducir el riesgo de demencia en la población, debes empezar cuando tienes 20 años a cuidar qué comes, qué bebes, qué ejercicio realizas...
También se hizo hincapié en que las políticas de cuidados deben tener un carácter preventivo y proactivo y adelantarse a los problemas del envejecimiento....
Deben cubrirse los dos frentes. No se puede hacer prevención y nada más, porque hay gente que tiene unas necesidades en este momento y no cabe olvidarse de la calidad de ese servicio. Pero donde está el retorno, aunque sea a largo plazo, es en esta inversión en términos de prevención, para la que hay que comenzar a actuar muy temprano en la vida de la persona, desde su juventud.
Habla usted de inversión. Y es como habría que denominar a lo que muchos definen como gasto social, a la vista del retorno que genera, tanto económico como en forma de empleo, ¿no es así?
Desde luego. Para empezar, hay que pensar qué es lo que nos da el gasto, por ejemplo en ayudas a personas que están en residencias, porque nos está dando una mejora importante de su calidad de vida, pero también de la vida de sus cuidadores y familiares. Además, está la contribución a nivel de empleo. Por otro lado, el retorno por prevención puede ser potencialmente mucho mayor. Pero el problema para cualquier gobierno es que los resultados de lo que invierta ahora se van a ver 15 o 20 años más tarde. Y ahí los incentivos no son tan fuertes.
"Los economistas que trabajamos en el área de la salud no estamos mirando solo el gasto, no venimos con unas tijeras enormes a recortar… Intentamos entender cómo organizar el sistema"
Ahí es donde casan bien economía y salud, sus dos especialidades, campos que a priori pueden parecer casi como universos paralelos.
Los economistas que trabajamos en el área de la salud no estamos mirando solo el gasto, no venimos con unas tijeras enormes a recortar… Intentamos entender cómo organizar el sistema, cómo distribuir los recursos de una forma que generen el mayor retorno posible para la sociedad. Igual de importantes que el gasto son los beneficios en la mejora de la calidad y la esperanza de vida.