Las diez monjas de la comunidad de clarisas de Orduña y Belorado han comunicado vía burofax al Arzobispado de Burgos su "unánime e irreversible posición" de abandonar la Iglesia católica y han asegurado que cualquier pena o sanción canónica, como la excomunión, son "nulas" para ellas.
En un comunicado fechado en Belorado este viernes y divulgado a través de las redes sociales, las clarisas han insistido en que su decisión de salir de la Iglesia es fruto de una "madura, meditada y consciente reflexión" y han afirmado que el Manifiesto Católico del 13 de mayo, firmado por la abadesa, fue refrentado por todas.
Las religiosas tenían hasta las 14:00 de este viernes para presentarse ante el Tribunal Eclesiástico, para declarar por un delito de cisma, pero no se han presentado, lo que da vía libre al Arzobispado de Burgos para conforme al Derecho Canónico declarar su excomunión, un decreto que tendrá que firmar el arzobispo, Mario Iceta.
Una pena que no preocupa a las religiosas, que han insistido en que el Tribunal Eclesiástico no tiene capacidad de jurisdicción sobre ellas -ya que no lo reconocen- por lo que no les puede imponer ninguna pena espiritual "como lo es la farsa de la excomunión".
En el comunicado, hecho público simultáneamente en las redes sociales de las religiosas (Te Hago Luz) y de la Pía Unión Sancti Pauli Apóstoli -fundada por Pablo de Rojas, excomulgado en 2009 y bajo cuya tutela se han puesto las monjas-, se han reafirmado en su decisión de separarse "libre, voluntaria y decididamente" de lo que ellas llaman la "iglesia conciliar".
Una decisión tomada "con unanimidad y alegría de espíritu" a través del Manifiesto Católico, firmado el 8 de mayo pero hecho público el 13 de mayo, por parte de la exabadesa, Isabel de la Trinidad, "legítima representante" de las comunidades religiosas de Belorado y Orduña, y firmado "en nombre de todas".
Han insistido en que a través del manifiesto se adhieren a la verdadera fe católica y rechazan cualquier pena o sanción canónica impuesta por "quienes no son obispos, ni válidos ni legítimos, ni tienen poder sobre las almas", pues consideran que las mismas "carecen de efectividad".
A pesar de que este comunicado que han enviado por burofax conduce a su irremediable excomunión, fuentes del Arzobispado de Burgos han asegurado que si se produce algún movimiento de las religiosas antes de esta medianoche será atendido.
A partir de ahí, tomarán la decisión que corresponda conforme a Derecho Canónico, si bien su no comparecencia se tomará como síntoma de refrendo de su decisión y, por tanto, tendrá como consecuencia su excomunión, como ya alertaba el requerimiento firmado por Iceta y que fue entregado vía notarial a las religiosas el pasado 6 de junio.
Comisión negociadora
Mientras, las clarisas han nombrado una comisión mediadora para negociar una solución "pacífica y extrajudicial" al conflicto que mantienen con el Arzobispado de Burgos. La comisión, que está formada por el bufete de Santander Sarabia y Asociados, GTRS y el abogado Florentino Alaez, se han puesto este viernes a disposición del Arzobispado para entablar una negociación.
Los abogados buscarán una solución a la situación que están atravesando las monjas, que, según sus representantes, "se encuentran indefensas y sin ningún tipo de recursos", ha dicho a EFE el abogado Diego Sarabia tras leer un comunicado en nombre de la comisión negociadora.
Según sus representantes legales, este viernes no han comparecido al señalamiento al haberse separado de la Iglesia conciliar, y entender que "no resulta por tanto competente el derecho canónico para conocer de ninguna cuestión relativa a este aspecto".
Por esa razón, han conferido su representación a una comisión negociadora que medie con una comisión homóloga del Comisariado del Arzobispado para buscar "una solución pacífica y extrajudicial al conflicto que permita el reconocimiento de sus derechos personales y patrimoniales que están siendo expoliados por el Arzobispado", añade el comunicado.
Argumentos de Iceta
Como comisario pontificio, Iceta ha requerido por un delito de cisma a diez de las quince religiosas que conforman la comunidad de Belorado y Orduña, dejando fuera a cinco de ellas, las más mayores y que no han participado de ninguna de las exposiciones públicas que han protagonizado las clarisas.
La exabadesa, sor Sión y sor Paz, las tres monjas que firmaron la denuncia contra Iceta por abuso de poder, usurpación de representación legal y vulneración del derecho de libre asociación, tenían un plazo de diez días para presentarse ante el tribunal, que concluía el pasado 16 de junio.
Sin embargo, el Arzobispado les concedió una prórroga de cinco días, a petición de las propias religiosas, que acaba este 21 de junio, el mismo día que finaliza el plazo para otras cinco religiosas, mientras que las dos restantes tendrían hasta el lunes 24 pues el requerimiento se le entregó unos días después del 6 de junio.
Con el comunicado publicado este viernes, una respuesta al requerimiento de comparecencia, las diez religiosas se han reafirmado en su posición "unánime e irreversible", que le han hecho también llegar al arzobispo mediante un burofax que, han insistido, han firmado todas ellas.