En un mundo donde las relaciones se ven influenciadas por la tecnología y las normas sociales, tener una relación sana puede parecer un desafío. Para arrojar luz sobre este tema, Isa Duque abrió en 2015 un canal de YouTube llamado PsicoWoman con la intención de responder a las necesidades que la juventud se plantea sobre cuestiones de salud emocional.

¿Cuáles cree que son los principales desafíos a los que se enfrentan los jóvenes al entablar unas relaciones sanas y afectivas?

Yo creo que los mismos a los que nos podemos enfrentar las personas adultas solo que están en un lugar de mayor vulnerabilidad por la edad que tienen. También está la socialización diferencial de género. La sociedad en la que vivimos, según hayamos nacido, con unos genitales u otros, o incluso antes de nacer, ya se nos está de alguna manera incorporando un mandato inconsciente de cómo se supone que es un chico, cómo se supone que es una chica, y a qué va a aspirar cada persona.

¿Cree que la educación puede ser importante para reducir o evitar estos mandatos inconscientes que se acaban imponiendo en la sociedad?

Claro, yo creo que esto es una responsabilidad colectiva. Yo creo que tenemos que saber que todas las personas, o coeducamos, que sería educar en equidad, o educamos en desigualdad.

¿Qué aspectos hay que tener en cuenta para lograr una relación sana?

Mari Luz Esteban, es una autora que a mí me gusta mucho y en su libro Crítica al pensamiento amoroso habla de decir una frase: Enamórate pero con arneses. Yo pondría aquí mucha atención, en que es bonito sentir que conectas con alguien pero a la vez pensando en ti. Enamórate pero lo más despacio que puedas, intentando que toda tu vida no gire en torno a la otra persona porque, entre otras cosas, puede ser peligroso.

¿Cómo definiría el concepto de lo que sería un mal amor?

Yo nunca diría que hay un mal amor. Me parece complejísimo. Yo nunca seré de esas divulgadoras que te dicen, esto es buen amor, esto es mal amor. En una relación siempre hay conflictos, pero lo importante es ver cómo resolverlos y también responsabilizarse y hacer autocrítica. Para mí uno de los indicadores es cuando la otra persona nunca se responsabiliza de sus actos.

¿Cuáles son las consecuencias emocionales y psicológicas que más ve que tienen los adolescentes en estos casos de relaciones tóxicas?

Puede ser un poco de todo. Es muy importante que las familias y toda la ciudadanía tengamos sensibilizada la mirada para saber cómo detectar este tipo de violencias. Muchas veces se pueden observar crisis de insomnio, que se haya enfadado con sus amigas y solo salga con su pareja y trastornos alimentarios con pérdidas muy repentinas de peso. Es cómo si dejaras de ser tú mismo, una parte de tu identidad para convertirte en lo que la otra persona quiere.

¿Cómo cree que ha afectado la llegada de las redes sociales y las plataformas digitales a la forma en la que ligan los jóvenes?

Igual ha cambiado mucho la forma en la que se relacionan, en la que crea la identidad, en la que eligen, pero yo creo que al final, lo que se mueve es lo mismo que cuando nosotros y nosotras teníamos 17 o 18 años. Es exactamente lo mismo. Que haya una pantalla no le quita peso a lo que podemos llegar a sentir por la otra persona.

¿Cree que las redes sociales pueden acarrear algún riesgo en las relaciones amorosas?

Cuando estás con esa persona también puedes saber lo que está haciendo o lo que no está haciendo con otras personas. ¿El control en el marco de la pareja se lo han inventado las redes sociales sobre el smartphone? No. ¿El smartphone o las redes sociales pueden hacer que una persona se ponga a controlar más a su pareja? Sí.