Tras conocerse la existencia de estos grupos de Whatsapp hubo reacciones de diferentes responsables institucionales. Miren Elgarresta, directora de Emakunde, contextualizó los chats con contenidos inapropiados a los que han sido invitados alumnos de la ESO de colegios de Donostia en la situación de “socialización del porno” entre adolescentes, un problema que debe ser enfrentado por la comunidad educativa y los padres de manera conjunta.

En una entrevista en Euskadi Irratia, Elgarresta indicó que “no me ha sorprendido” la información sobre la existencia de grupos de Whatsapp, teniendo en cuenta los datos de consumo de porno entre jóvenes y adolescentes. La sexualidad “es un asunto de gran interés entre los jóvenes, que quieren saber más del tema”, indicó.

Este tipo de contenidos es “muy accesible” a través de los teléfonos móviles y otros dispositivos digitales por lo que “es necesario hacer pedagogía entre los adolescentes”. Ante estas situaciones, la comunidad educativa y los centros escolares” deben tomar medidas pero “conjuntamente con los padres porque de otra manera no va a ser posible enfrentarse a este fenómeno”, señaló.

Además, añadió que “estamos ante un agente socializador nuevo”, indicó Elgarresta en alusión al porno frente al que “todos tienen que poner de su parte”.

Por su parte, el delegado del Gobierno en el País Vasco, Denis Itxaso, condenó “enérgicamente” los “chats masivos” detectados en dos centros educativos de Donostia, donde “centenares de adolescentes y jóvenes están compartiendo vídeos pornográficos altamente violentos, combinados con mensajes vejatorios hacia las mujeres” y advirtió de que “delegar la transmisión de valores afectivo-sexuales en la pornografía está minando los pilares de la igualdad de género”.

“La falta de educación sexual y la exposición a estereotipos de géneros distorsionados contribuyen a la perpetuación de la violencia machista en la sociedad”, subrayó. “Es una combinación que no es causal. Los mensajes vejatorios tienen que ver con los contenidos pornográficos que, en todo momento, repiten roles de sumisión y de humillación”, ha denunciado.

Alertó de que “la formación del deseo sexual en estos momentos se está produciendo en la red, en contenidos pornográficos que no tienen ningún límite”.

Aseguró que, mientras no exista una “limitación legal que, seguramente, no la encontrará un Estado soberano” al ser una cuestión que “trasciende las fronteras” es necesario apelar a “una educación afectivo sexual que supere de una vez esos estereotipos y roles de humillación y violencia hacia las mujeres, porque de ahí viene después la conformación de un deseo sexual que termina en violaciones grupales como si eso fuese algo deseable para cualquier mujer”.

A su juicio, “la marginación de la mujer, la inequidad en oportunidades y el control histórico por parte del patriarcado alimentan esta violencia omnipresente, desafiante y devastadora”.

La lucha contra la violencia machista exige, según destacó, una transformación profunda en la estructura social, educativa y judicial.

En corto

Consumo de porno. Elgarresta indicó que “no le ha sorprendido” la información sobre la existencia de grupos de Whatsapp, teniendo en cuenta los datos de consumo de porno entre jóvenes y adolescentes. La sexualidad “es un asunto de gran interés entre los jóvenes, que quieren saber más del tema”.

Igualdad. “Delegar la transmisión de valores afectivo-sexuales en la pornografía, mina la igualdad de género”, dice Itxaso.