El jefe de Programas de Salud Pública de Osakidetza, Enrique Peiró, advirtió ayer miércoles de la gravedad de usar mal los antibióticos. Peiró compareció ante la Comisión de Salud del Parlamento Vasco para informar, a petición de EH Bildu, sobre la evaluación de la Estrategia de Seguridad del Paciente 2017-2020.

Sobre la pérdida de eficacia de determinados medicamentos por los procesos de resistencias antimicrobianas, subrayó que la adopción de medidas como evitar el mal uso de antibióticos, resulta “clave”. Y destacó que algunos expertos consideran que las resistencias antimicrobianas constituyen ya “una pandemia”.

En este sentido, explicó que ya se están aplicando programas para la “optimización” del uso de antimicrobianos, con los que lo que se pretende en términos “coloquiales” es “utilizar bien los antibióticos”. En la misma línea, precisó que a través de estas iniciativas se pretende que las terapias antimicrobianas sean las “adecuadas” y “las que procede en cada momento”, evitando en todo caso los “tratamientos innecesarios”.

Por otra parte, en referencia al impacto de las cargas de trabajo de los profesionales en la seguridad de los tratamientos e intervenciones que practican, reconoció que el volumen de trabajo en Osakidetza todavía se ve afectado por el covid-19. “Todavía no estamos en una situación de normalidad y todavía la circulación de los virus se encuentra presente. Por eso estamos insistiendo en la vacunación”, dijo.

Peiró también aludió a la seguridad en las maternidades, afirmando que secuestros de bebés, como el registrado el año pasado en el hospital de Basurto, resultan algo “excepcional” en términos estadísticos, por lo que es necesario “relativizarlos” teniendo en cuenta el número de partos que se atienden en Euskadi. En todo caso, subrayó que los “aprendizajes” desarrollados a partir de esas situaciones se han traducido en la elaboración de un protocolo de seguridad para los recién nacidos.