La Federación de Ikastolas presentó ayer en Viana, durante la celebración del acto de inicio del curso 2023-24, un nuevo marco general de educación para estos centros educativos con el objetivo de “dar un salto hacia una educación centrada en la persona”. Un nuevo modelo que exigirá “realizar cambios significativos en varios aspectos”. Las ikastolas se disponen a dar el salto hacia una educación centrada en la persona. Así, el nuevo curso se prevé intenso para las ikastolas que celebrarán su séptimo congreso a comienzos del próximo verano, en el que decidirán la aportación que hará el movimiento de las ikastolas a la sociedad.
En el acto de Viana estuvieron presentes la vicepresidenta segunda del Gobierno de Navarra y consejera de Memoria y Convivencia, Acción Exterior y Euskera, Ana Ollo; el director gerente de Euskarabidea-Instituto Navarro del Euskera, Jabi Arakama, y la concejala de Educación de Viana, Aitana Duque. Los alumnos de la ikastola Erentzun de la localidad dieron la bienvenida a los asistentes, representantes políticos, sindicales, cooperativistas y gente del mundo del euskera y la cultura, así como a los miembros de las ikastolas.
Según indicaron desde la Federación, este marco general de educación “pretende ser el suelo común, la visión pedagógica común para todas las ikastolas”, para que cada centro, después, “desarrolle su propio marco partiendo desde su realidad y adaptándolo a ella”, explicó la federación.
“Este marco nos propone dar un salto: dar un salto hacia una educación centrada en la persona. Es una propuesta que recoge lo realizado y aprendido durante estos últimos años y que responde a la realidad y al contexto actuales”, declaró Nekane Artola, presidenta de Ikastolen Elkartea. Artola afirmó que tanto ella como el renovado consejo rector de las ikastolas trabajarán “con ilusión y responsabilidad” durante este curso “para dotarnos de un sistema educativo mejor y más progresista, teniendo en cuenta la diversidad de los agentes que formamos el sistema educativo de Euskal Herria, pero sin abandonar las características que forman nuestra manera de ser”.
En este acto, también se anunció que el próximo verano las ikastolas celebrarán su séptimo congreso, con el objetivo de “preparar a las ikastolas para los próximo años”, para empezar a esbozar “las ikastolas del futuro”. “Quienes conformamos el movimiento de las ikastolas tenemos que reflexionar y tratar de dar respuesta a las demandas de la sociedad vasca para la tercera década de este siglo XXI; es decir, tenemos que decidir la aportación que el movimiento de las ikastolas va a hacer a la sociedad de Euskal Herria”, añadió.
Ante los “rápidos cambios” que se están produciendo en la sociedad “se nos abren oportunidades para volver a ubicarnos. El movimiento de las ikastolas siempre ha tenido la capacidad de adaptarse, manteniendo su identidad, a los nuevos tiempos. Y ahora también nos toca hacer esa adaptación”, manifestó. Artola explicó que les corresponde “aprovechar las posibilidades que ofrecen los cambios y adecuar la oferta de las ikastolas”. Una oferta “no exclusiva para las ikastolas”, sino abierta a la sociedad “como hemos venido haciendo desde que nos creamos”.
La presidenta de las ikastolas reivindicó tanto la oficialidad del euskera “en toda Euskal Herria” como un sistema educativo “propio”. Consideró que las ikastolas “siguen siendo imprescindibles” a la hora “situar el euskera y la cultura vasca en el centro del sistema educativo” y destacó la “fortaleza del movimiento, como lo demuestra la puesta en marcha del Colegio Kattalin Elizalde, la 114ª ikastola, que ha abierto sus puertas este curso en Senpere”.
Por su parte, la consejera Ana Ollo destacó en su intervención el camino recorrido por la Federación de Ikastolas y tuvo palabras de reconocimiento para la ikastola de Viana, por “su trabajo incansable para impulsar el aprendizaje y la utilización del euskera en esta zona”. Para Ollo, la colaboración y el trabajo conjunto “es el camino que debemos seguir, colaborando en pro de una sociedad navarra más cohesionada, más integradora, amante de su diversidad y en la que el euskera tenga un papel central. El euskera como valor de convivencia en una sociedad plural y diversa”.