Bosko Taldea Federazioa, la red que aglutina las propuestas juveniles

En estos 25 años de trayectoria han visto cómo las necesidades de las personas que formaban parte de los grupos locales iban cambiando. “Al principio, las actividades eran más locales siguiendo todos el estilo educativo de Don Bosco”, detalla Laura Alcántara, otra de los miembros de Bosko Taldea Federazioa. En esa línea señala que “poco a poco se empezaron a integrar actividades para realizarlas en conjunto de todos los grupos”. Y eso ha implicado que las formas de transmitir la educación en valores se modifiquen para llegar a las nuevas generaciones. “Se hacen encuentros con los jóvenes más adecuados a lo que les gusta”, expresa.

La influencia de Bosko Taldea Federazioa puede llegar a “las 2.500 personas en los tres territorios de Euskadi” con la colaboración de “más de 300 voluntarios”. Sin embargo, las actividades de los grupos salesianos no se ciñen solamente a los estudiantes de sus centros educativos sino que están abiertos a todas las personas. “Desde fuera parece que solo es colegio pero es una actividad aparte. Es un espacio en el que puede participar cualquier persona del barrio o del municipio. Por ejemplo en Deusto participan personas del barrio pero también de San Ignacio o Ibarrekolanda”, desgrana Romo. Y atendiendo al volumen de población que accede a sus propuestas “se hace una diferenciación por edades y mediante diferentes actividades divertidas y lúdicas se trabaja en la educación en valores”, cuenta Romo.

Las iniciativas educativas se elaboran para llegar a más niños y jóvenes. “También preparamos la formación para los monitores en base a lo que está ocurriendo”, comenta Alcántara quien apunta que “ahora en el consejo” de la entidad “se está viendo la necesidad de hacer formación en temas de salud mental”. Las propuestas pueden ser generales para todos los grupos o más precisas si así lo requiere la situación. “Hay actividades más concretas con grupos que tienen necesidades más concretas como puede ser apoyo socioeducativo a algunos menores que pueden estar en situación de riesgo”, ahonda Romo.

Algunos menores despedirán mañana viernes el curso, aunque a otros todavía les quedan unos días por delante. Pero muchos ya piensan en el verano y precisamente en la época estival es cuando Bosko Taldea Federazioa tiene una de sus actividades “más potentes”. “Movemos en torno a las 1.300 personas y cada campamento se hace por edades. Se preparan actividades lúdicas como yincanas, actividades acuáticas o salidas”, detalla Laura Alcántara que subraya que la principal diferencia con otro tipo de colonias de verano es el trabajo de “educación en valores”. “A través de diferentes dinámicas y juegos reflexionamos tanto con los pequeños como con los mayores. Con los jóvenes se hace un poco de proyecto personal sobre estudios, familia, qué quiere hacer con su vida… Se promueve la educación en valores hacia la solidaridad, el voluntariado, hacia los demás”, insiste Alcántara. Uno de los requisitos para poder acudir es pertenecer al grupo durante todo el curso. “Es la continuidad de todo el itinerario educativo que está durante el año”, destaca Romo que denomina a los campamentos como “el broche de oro” a las actividades de septiembre a junio y como “enlace” para el nuevo curso.

“Escuela de voluntarios”

El voluntariado que se siembra en Bosko Taldea Federazioa tiene continuidad cuando los jóvenes dejan los grupos. “Nos dicen que esto es una escuela de voluntariado. Las personas que han sido destinatarias de las actividades dan el paso a monitor de grupo y cuando son mayores siguen teniendo relación son otras entidades del tercer sector”, se congratula Romo que reconoce que están dando vueltas a cómo celebrar sus 25 años.