El asma es una enfermedad en aumento. Los neumólogos calculan que en el Estado, teóricamente, hay tres millones de asmáticos, pero de ellos el 50% no está diagnosticado y malvive con síntomas que progresivamente son más graves y crisis por infecciones o factores ambientales que acortan la cantidad y calidad de vida.

El jefe del servicio de Neumología del hospital universitario de La Princesa, Julio Ancochea, explica que el asma es la enfermedad crónica más frecuente en la infancia, con tasas del 10% e incluso más altas en la adolescencia, “pero con un diagnóstico a tiempo el niño puede llevar una vida normal, no tiene que estar estigmatizado y quedarse en el rincón del patio viendo cómo los demás juegan al fútbol”.

Son importantes las campañas de visibilización de la enfermedad para que aquellas personas que tengan sospecha de asma acudan al neumólogo y pidan ayuda. De no hacerlo la enfermedad progresará con crisis que pueden ser mortales. Y es que en los últimos años se ha detectado un aumento de casos que los neumólogos achacan a a la contaminación y al cambio climático.