La Federación Coordinadora de Personas con Discapacidad Física y/u Orgánica de Bizkaia, Fekoor, ha solicitado al Gobierno central que adquiera “cuanto antes” las rampas móviles en Renfe y que “adapte” los trenes. En este sentido, el director de Fekoor, Javier Gil, ha pedido al Ejecutivo español que ponga en marcha “cuanto antes” las rampas móviles accesibles en las líneas de cercanías de Renfe, pero que también acometa “con urgencia” la adaptación de los vagones para que “realmente se cumpla con la accesibilidad universal”.

Gil “valoró” que la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, anunciara en su intervención en el Senado, que Renfe va a extender este servicio de rampas para garantizar la accesibilidad a los trenes en las estaciones de los núcleos de cercanías. El anuncio, además, responde a la reclamación pública realizada por la socia de Fekoor María Luisa Goikoetxea que, tras múltiples acciones de protesta, logró en 2018 ser elegida para participar en una prueba piloto de un sistema de rampas manuales para facilitar el acceso a los vagones en sillas de ruedas o, como en su caso, en un scooter eléctrico adaptado.

Sin embargo, cuatro años después, este sistema “sigue siendo piloto”, por lo que la entidad de la discapacidad reclama que “se ponga fecha inmediata” para la adquisición de las plataformas móviles, ya que no requieren ningún tipo de obra, sino una inversión material”.

No obstante, Javier Gil estima que ésta sería una “medida temporal” y recordó que “las instituciones tienen la obligación de garantizar las condiciones de accesibilidad universal tal y como establece la Ley y la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad en su artículo 9”. “No se trata solo de poner rampas móviles, sino de disponer de unidades de tren accesibles para la ciudadanía en general, vayan en silla de ruedas, con carritos de bebé, muletas o andadores, donde no tengas que llamar previamente para que te saquen la rampa portátil”, señaló, para agregar que la falta de accesibilidad “limita a las personas con movilidad reducida poder participar en comunidad y nos sitúa en una situación de desventaja con respecto al resto de la ciudadanía”. “La accesibilidad universal es una aspiración legítima y un derecho básico para toda la ciudadanía que requiere de una intervención institucional urgente”, ha insistido.