El Aita Mari ha superado este martes la inspección a la que ha sido sometida el barco humanitario antes de zarpar al Mediterráneo central, por lo que la tripulación ya tiene puesta su mirada en la novena misión, a la espera de recibir el despacho de Madrid, que será remitido en un plazo máximo de 48 horas.

Tras una exhaustiva revisión del buque, que se encuentra en el muelle castellonense de Vinaròs, el inspector se ha girado antes de marchar. “Suerte”, ha deseado a la tripulación, a la que ha felicitado por "el perfecto estado" en el que se encuentra el barco. Palabras que se convierten en un bálsamo tras la incertidumbre inicial con la que se vivió la semana pasada la notificación de un expediente de sanción por varias infracciones detectadas en una inspección del buque hace casi tres años. 

Todo está perfecto. La compra de provisiones, con alimentos frescos, y el estudio del parte meteorológico para ultimar la ruta de navegación son los únicos flecos que quedan pendientes antes de zarpar, según ha explicado a este periódico el coordinador de comunicación de Salvamento Marítimo Humanitario, Mikel San Sebastián.

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