Las primeras horas de la mañana de ayer domingo ya avanzaban lo que les esperaba los miles de asistentes del Nafarroa Oinez: un día de fiesta e ilusión con el calor como protagonista. Como los de antes, sin medidas sanitarias ni restricciones, el festejo regresó por cuarta vez a Tafalla para demostrar que el idioma sigue vivo y más fuerte que nunca. Así lo indicaron los miles de asistentes que apoyaron a Garcés de los Fayos Ikastola, centro organizador del acto.

Varios niños, ayer, en Tafalla.

El acto inaugural de las 10.00 horas celebrado en el edificio de Educación Secundaria Obligatoria de Garcés de los Fayos Ikastola dio el inicio a la fiesta en honor al euskera. En él, una amplia presencia institucional, de las ikastolas navarras y del mundo del euskera y su cultura. Sobre el escenario dieron la bienvenida a las autoridades Paula Arregui, directora del centro, y el presidente, Aritz Azcarate; la presidenta de la Federación de Ikastolas de Navarra (NIE), Elena Zabaleta; el alcalde de Tafalla, Jesús Arrizubieta; así como José María Aierdi, vicepresidente segundo y consejero de Ordenación del Territorio, Vivienda, Paisaje y Proyectos Estratégicos.

Los responsables del centro tuvieron palabras de agradecimiento para todas aquellas personas que ayer se acercaron a Tafalla a apoyar el euskera. La actriz y exalumna de Garcés de los Fayos Ikastola, Adriana Salvo, junto a Eva Mediavilla, intérprete de lengua de signos, condujeron el acto.

Azkarate fue el encargado de abrir el acto recordando que hace 36 años del primer Nafarroa Oinez del centro, un “sueño” para la comunidad educativa “de andar y volar el euskera”. “Ahora, ha llegado el gran día y, sin duda, aquí os presentamos la voluntad, el compromiso, la participación y el trabajo que siempre ha caracterizado a esta tierra”, aseguró el presidente.

Tras él, llegó el turno de Jesús Arrizubieta, alcalde de Tafalla, que reivindicó la lucha del euskera en la Zona Media. “Me hubiera gustado muchísimo poder hacer esta intervención en euskera, pero no es posible porque desgraciadamente soy el eslabón roto de la cadena de transmisión del euskera en mi familia”, debido a la represión, explicó Arrizubieta. La labor de las ikastolas, dijo, volvieron a soldar los eslabones de la cadena permitiendo a los jóvenes volver a estudiar en euskera.

Por último, Aierdi, hizo hincapié en el gran recorrido del euskera en la comunidad “de la que uno de cuatro jóvenes habla perfectamente el idioma” y felicitó a las ikastolas por mantener su fiesta “viva” y haberla convertido en una cita muy querida para todos los euskaltzales. El circuito urbano de casi 2 kilómetros y las cuatro áreas (Hazi, Kimu, Sustrai y Zuhaitz) estuvieron abarrotados desde primera hora de la mañana. La directora de Garcés de los Fayos Ikastola, Paula Arregui, señaló que en Tafalla “se ha respirado euskera durante todo el fin de semana” y que “se han superado las expectativas”.

El día de ayer domingo reunía las condiciones perfectas para una celebración redonda: un clima perfecto, una gran organización y el apoyo de miles de asistentes. Y así fue. Desde las primeras horas de la mañana Tafalla ya estaba llena de txikis, jóvenes y adultos de Bizkaia, Araba, Gipuzkoa, Iparralde y, por supuesto, Nafarroa que aterrizaron en la ciudad con infinitas ganas de celebrar y reivindicar su idioma, el euskera.

A mitad del camino del recorrido, un grupo de jóvenes atraían la atención de muchas familias. Con unos altavoces, un micrófono y una pancarta con la frase Azterketak Euskaraz (Exámenes en euskera), fueron saliendo uno a uno a rapear sus propias letras reivindicativas.

Eran los alumnos y alumnas del Lizeo Etxepare de Baiona pidiendo una selectividad en su lengua. “Estudiamos todos los cursos en euskera pero llegamos a selectividad y no podemos hacer el examen en nuestra lengua. No tienen sentido”, argumentaba una joven del grupo.

El lema de esta cuarta edición del Nafarroa Oinez celebrado en Tafalla fue Erdian Erein, lo que significa que Sembremos en el Medio. Garcés de los Fayos ikastola ha estado un año trabajando por transmitir la importancia que tiene el euskera en la Zona Media de Nafarroa y el centro cosechó ayer los frutos del esfuerzo del alumnado, familias, docentes y organizadores que han realizado durante este año. La reivindicación cogió más impulso si cabe tras la jornada festiva de ayer domingo.