La Unidad Central de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional ha abierto una investigación por una posible estafa piramidal realizada en Tenerife desde una oficina financiera y que, según los cálculos de los afectados, podría superar los cuatro millones de euros.

La Policía de momento no ha facilitado información sobre las investigaciones "preliminares" que ha abierto sobre este caso, adelantado por el periódico Diario de Avisos, y que se ha conocido a raíz de la denuncia de los empleados contra el presidente ejecutivo y fundador de Tradex Asset Management, M.D.D., quien se sospecha que ha abandonado la isla.

Los afectados se sitúan entre 300 y 600, según los primeros indicios, y por ahora las denuncias efectivas se acercan al centenar. La mayoría de los denunciantes son residentes en Tenerife, si bien a raíz de la difusión de las informaciones sobre el caso también empiezan a llegar de la península, según ha explicado a Efe Isaac Francisco Pérez, socio de Sirvent & Granados Abogados, bufete que representa a varios de los clientes supuestamente estafados y que está preparando una demanda colectiva.

Según lo que ha averiguado hasta ahora la firma de abogados, la empresa, que en realidad no está registrada como tal y que es solo un nombre comercial, llevaba funcionando un año o año y medio y prometía rentabilidades de entre un 30% y un 50%, intereses que se pagaban junto al principal a fecha cierta, unos 45 a 60 días después de realizada la inversión.

Para participar, había que invertir un mínimo de 5.000 euros al principio, que se aumentó luego a 20.000, aunque algún afectado llegó a depositar hasta medio millón de euros.

Supuestamente, el dinero se invertía en bolsa en operaciones intradía de "scalping", es decir, compra y venta rápida de valores en la misma sesión bursátil, y Tradex Asset Management utilizaba para ello indicadores propios basados en el análisis técnico y fundamental, según se anuncia en la web.

La firma de abogados sospecha que esas operaciones de bolsa nunca se produjeron y que M.D.D. pagaba a los inversores antiguos con el dinero que recaudaba a los nuevos clientes, un tradicional sistema de estafa piramidal o esquema Ponzi.

Cuatro comerciales

Para captar clientes, M.D.D. contaba con un equipo de cuatro comerciales en su oficina de la Calle del Castillo, en el centro de Santa Cruz de Tenerife, aunque también tenía otros colaboradores externos.

Fueron los comerciales los que dieron la voz de alarma, porque empezaban a llegarles quejas de clientes que no estaban recibiendo su dinero. Preguntaron a M.D.D. pero este "les daba largas", hasta que la semana pasada los comerciales pudieron acceder a la cuenta bancaria en la que se ingresaba el dinero de los inversores y, según dijeron, "estaba a cero", ha explicado el letrado.

Entonces se produjeron escenas de tensión en la oficina, sin que en ningún caso se llegara a acciones de violencia, pero que llevaron a que se presentara la Policía Nacional, que sacó escoltado a M.D.D., del que no se sabe su paradero pero "se sospecha que ya ha abandonado la isla".

Los cálculos de los comerciales son los que han llevado a valorar la presunta estafa en un mínimo de cuatro millones de euros, pero no se descarta que la cifra sea mayor porque el directivo de la empresa también captaba fondos directamente y a través de otros colaboradores, según la firma de abogados.