La bolsa de pobreza y exclusión social se agranda en Euskadi, aunque la situación es sensiblemente mejor que en el Estado donde casi tres de cada diez personas tienen ya muchas dificultades para cubrir las necesidades más básicas. Según la Encuesta de Condiciones de Vida del año 2021 realizada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el 16% de la población vasca tiene problemas para llegar a fin de mes, dos puntos más que en 2020. Aun así, Euskadi es la segunda comunidad con menos precariedad vital del Estado tras Nafarroa.

El INE explica que ese porcentaje se establece con una nueva definición de la tasa AROPE, que mide la población que se encuentra en alguna de estas tres situaciones: riesgo de pobreza, con carencias material y social severa, o con baja intensidad en el empleo. Por comunidades se observa que las tasas más elevadas de riesgo de pobreza o exclusión social se dieron en Extremadura (38,7%), Andalucía (38,7%) y Canarias (37,8%). Euskadi volvió a figurar además como la comunidad con mayores ingresos medios anuales por persona, con 15.544 euros, seguida por Navarra, con 15.269. La media estatal fue de 12.269 euros en 2021. Sin embargo los ingresos medios de Euskadi fueron un 1,7% inferiores a los contabilizados en 2020, cuando ascendieron a 15.813 euros al año, también los más elevados de toda España. Los más bajos se registraron el año pasado en Extremadura (9.500), Región de Murcia (9.931) y Andalucía (9.915).

La segunda más baja

El riesgo de pobreza también creció en Euskadi respecto a 2020 y se cifró en el 9,8%, es decir 2,2 puntos porcentuales más, aunque es también la segunda más baja del país, por detrás de la de Nafarroa (9,8%). El riesgo de pobreza es un indicador relativo que mide desigualdad. No mide pobreza absoluta, sino cuántas personas tienen ingresos bajos en relación al conjunto de la población.

El INE analiza por otra parte las dificultades económicas de los hogares en relación a poder irse de vacaciones al menos una semana al año, tener capacidad de afrontar gastos imprevistos, verse obligado a retrasar pagos y llegar a fin de mes con mucha dificultad.

Menos dificultades

El 4,6% de los vascos dice tener mucha dificultad para llegar a fin de mes con sus ingresos, frente al 8,8% de media estatal, lo que sitúa a Euskadi como la segunda comunidad con menos dificultades, precedida por La Rioja (3,1%). Por otra parte, en Euskadi el porcentaje de población que no puede permitirse ir de vacaciones al menos una semana al año es del 16,4%, menos que en 2020 (18%). También ha mejorado la proporción de personas que no tienen capacidad de afrontar gastos imprevistos ya que se ha reducido del 19% en 2020 al 18,4% en 2021.

Estos dos porcentajes son los más bajos de todas las comunidades autónomas del Estado. En el conjunto del Estado no se puede permitir ir de vacaciones el 32,7% de media y el 33,4% asegura que no puede afrontar gastos imprevistos. Los peores datos los registran Canarias (49,8%), Murcia (43%) y Andalucía (42,4%) en el caso de la población que no tiene capacidad para pagar gastos imprevistos, y Andalucía (45,7%), Murcia (44,4%) y Extremadura (41,6%) en el caso de las vacaciones. Además el 8,8% de la población vasca admite que tiene retrasos en pagos relacionados con la vivienda principal o en compras a plazos, el segundo porcentaje más bajo, por detrás de La Rioja (8,8%), mientras que la media en el Estado se eleva al 14,4% de la población.

Respecto a la importancia que tiene el nivel de formación, el 38,4% de la población que ha alcanzado un nivel educativo equivalente a educación primaria o inferior estaba en riesgo de pobreza o exclusión social de 2021(con ingresos del año 2020). Por su parte, cuando el grado alcanzado la educación superior, dicha tasa se reducía al 14,9%.

Diagnóstico

Estado

Casi tres de cada diez. El porcentaje de población en riesgo de pobreza o exclusión social aumentó hasta un 27,8% en 2021, 0,8 puntos más que el año anterior, el dato más elevado desde el año 2016, según revela la Encuesta de Condiciones de Vida publicada ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). La encuesta incluye la nueva definición de tasa de riesgo de pobreza o exclusión social AROPE que afecta a dos de sus tres dimensiones: ahora es carencia material y “social” severa, y hay una nueva definición de baja intensidad en el empleo. Por su parte, la definición de riesgo de pobreza no cambia. El incremento de la tasa AROPE se produjo en dos de sus tres componentes. Así, el porcentaje de población en situación de baja intensidad en el empleo subió del 10% en 2020 al 11,6% en 2021; y el porcentaje de población en riesgo de pobreza pasó del 21% al 21,7%.