Los proyectos lingüísticos de los colegios de Catalunya deberán prever la necesidad de impartir contenidos en castellano en contextos donde esta no sea la primera lengua de la mayoría del alumnado, para que al acabar la enseñanza obligatoria los alumnos logren un mismo nivel de castellano y catalán.

Así consta en los "Documentos para la organización y gestión de los centros. Proyecto educativo del centro. Curso 2022-23" que la consellería de Educación ha enviado a todas las escuelas e institutos, y al que ha tenido acceso Efe.

Fuentes de la consellería han precisado a Efe que la medida de aumentar los contenidos de castellano en áreas donde no es la primera lengua para la mayoría del alumnado se lleva aplicando desde el año 2016.

En el apartado referido al proyecto lingüístico, también se indica que el centro deberá "asegurar el uso intensivo del catalán como lengua vehicular de enseñanza y aprendizaje" y que "se deberán aplicar estrategias de inmersión lingüística en los centros donde el catalán no sea la lengua de la mayoría del alumnado".

El objetivo es que "el alumnado, al finalizar las enseñanzas obligatorias, tenga un dominio pleno de las lenguas oficiales catalana y castellana, además de la occitana en el caso de Aran, y de la lengua de signos catalana, si procede" según aparece en el documento.

Sobre el catalán, el texto especifica que "no es solo una lengua objeto de aprendizaje", sino que es "la lengua de la institución y, por tanto, de uso habitual en todos los espacios del centro, en la relación con la comunidad educativa y con todos los estamentos sociales en general".

Así, a partir de lo que establece la normativa vigente, en el proyecto lingüístico "deberán explicitarse las actuaciones conducentes a garantizar que se llevan a cabo en lengua catalana o en occitano en el caso del Val d'Aran, y en la lengua de signos catalana, en su caso, las actividades internas de los centros, tanto orales como escritas (reuniones, actas, informes y comunicaciones), las exposiciones de los profesores, las actividades de aprendizaje y de evaluación, la interacción entre docentes y alumnos, y las actividades de formación del profesorado, con excepción de las actividades que tengan como objetivo explícito promover el conocimiento y el uso de otras lenguas".

También se indicará que "se llevan a cabo en lengua catalana o en occitano en el Aran, las actividades administrativas, las comunicaciones entre el centro y el entorno y la documentación que expiden los centros, con el objetivo de garantizar la continuidad en el uso lingüístico y la coherencia educativa y con el fin de contribuir a la cohesión social".

Asimismo, se indica que "se deberá trasladar a los profesionales encargados de gestionar las actividades no docentes (comedor escolar, actividades extraescolares, etc.) la información sobre los usos lingüísticos de la escuela acordados en el proyecto lingüístico".

La rotulación de los espacios de los centros será en lengua catalana, en occitano en el caso del Val d'Aran, y en la lengua de signos catalana, si procede, que son las lenguas de referencia del sistema educativo, según el documento.

El texto añade que la presencia de otras lenguas en el espacio físico del centro como paredes o rótulos "se circunscribe a las producciones de los alumnos y alumnas" y que los equipos docentes "son conscientes del uso profesional que hacen de la lengua y de ser un modelo lingüístico de referencia para el alumnado".

El texto también indica que "se visibilicen y se reconozcan las lenguas vinculadas a los orígenes familiares del alumnado extranjero", que se promocione su aprendizaje y que se adapten las comunicaciones del centro a las lenguas familiares, especialmente en el período de acogida de las familias en el sistema educativo.