A partir de este miércoles entra en vigor la nueva Ley de Protección y Derechos de los animales, la cual, entre otras medidas obligará a dotar a las mascotas de un documento acreditativo de su estatus jurídico. El objetivo que se persigue es el de crear un registro de animales de compañía para tenerlos identificados y poder asegurar sus derechos, e intentar evitar así el abandono de los animales.

Así, la Ley que entrará este miércoles en vigor subraya la obligatoriedad de "la inscripción de cualquier animal de compañía que, conforme a lo dispuesto en esta ley o en las disposiciones normativas de las comunidades autónomas y Ciudades de Ceuta y Melilla, dispongan de cualquier sistema de identificación".

Este documento animal, que facilitará la lucha contra el abandono de las mascotas, permitirá a las autoridades localizar a los dueños. Además, el documento será compatible con el microchip, y en él se podrá conocer la información básica del animal, como la fecha de nacimiento, el número de vacunas que tiene puestas o los daños de las personas a su cargo.

De ese modo, en el documento deberán figurar datos como el nombre, antecedentes veterinarios y datos del dueño o persona de contacto, entre otros.

La expedición de este DNI correrá a cargo de las comunidades y respecto al formato se desconoce si será físico o digital. Lo más probable es que sea electrónico y que incorpore un código QR que permita consultar todo el historial del animal.

"Seres vivos dotados de sensibilidad"

Mediante esta nueva Ley, las mascotas serán consideradas "seres vivos dotados de sensibilidad". Así lo indica el texto que ha sido publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE):"Los animales son seres vivos dotados de sensibilidad. Solo les será aplicable el régimen jurídico de los bienes y de las cosas en la medida en que sea compatible con su naturaleza o con las disposiciones destinadas a su protección".

Además, esta norma regula la custodia compartida de las mascotas en caso de separación o divorcio. Las autoridades judiciales podrán acordar la participación de los dos cónyuges en los gastos del animal.