NA experiencia enriquecedora, que no la olvidarán jamás. Así definen la expedición al Himalaya que realizaron el año pasado Juan Alejandro Martínez, Jesús Bermúdez y José Urbano Aparicio, tres jóvenes con discapacidad intelectual. El primer trekking inclusivo al Everest estuvo liderado por el alpinista arratiarra Álex Txikon y tiene como objetivo dar visibilidad a personas con discapacidad en una experiencia única, demostrando que ningún reto es inalcanzable. “No dudé que lo quería hacer y sentir que era uno más y que cualquiera que se lo proponga puede conseguirlo eso ha sido muy importante”, confiesa emocionado Jesús Bermúdez. Los tres jóvenes están vinculados a AMIAB, asociación para la inclusión de personas con discapacidad y son los protagonistas de La cumbre es el camino; su aventura ha dado vida a un documental que fue presentado ayer en la Fundación Sabino Arana.

“Es un documental diferente que trata de dar visibilidad y de trabajar la empatía, una palabra que aparece muchas veces, pero que en realidad en la mayoría de las veces no se aplica”, dijo el responsable de la expedición, Álex Txikon.

La cumbre es el camino es un trabajo que pretende concienciar sobre la importancia de romper estereotipos y prejuicios en el deporte. A 5.500 metros de altura y bajo temperaturas heladoras de 20 grados bajo cero esta expedición consiguió hacer cumbre superando todas y cada una de las dificultades que surgen en largas caminatas de 100 kilómetros y con grandes desniveles. La aventura fue compleja, pero sin duda todos los protagonistas aseguran que mereció la pena y que ahora se sienten de otra manera tras haber experimentado en carne propia el frío y la dureza de la montaña en su estado puro.

Los tres jóvenes abandonaron su ciudad natal, Albacete, para embarcarse en varios aviones que les llevó hasta Nepal; una vez allí caminaron desde la ciudad de Lukla hasta los pies de la montaña de Ama Dablam. Doce días caminando entre la nieve, adaptándose a la altura y aprendiendo a respirar cuando el oxígeno escasea. Los protagonistas lucharon por hacer realidad un sueño y lo consiguieron.

Juan Alejandro Martínez, Jesús Bermúdez y José Urbano Aparicio han sido galardonados con la medalla al Mérito Deportivo por lograr esta ascensión.

Ejemplo de compromiso

La primera expedición inclusiva es, sin duda, un ejemplo de compromiso y de visibilidad que recuerda que las barreras en muchas ocasiones son solo imaginarias como lo fue en este caso. Álvaro Sanz es el fotógrafo y el encargado de tomar las imágenes de aquella expedición al Everest, cuya premier se presentó ayer en Bilbao.

Según explicó Sanz dar vida a La cumbre es el camino ha sido una experiencia “irrepetible”, tanto profesional como personal. Cargado a la espalda con una mochila que pesaba 13 kilos donde llevaba los equipos y las baterías, Álvaro confiesa que hubo momentos que las fuerzas le flaquearon. “Ahora que he visto el documental hay momentos que no los grabé porque estaba agotado”.

Uno de los momentos fue cuando alcanzaron la cumbre: “Todos se abrazaron y yo me tiré al suelo del cansancio”, recuerda. Y añade: “Hay momentos que me habría gustado grabar, pero la expedición fue difícil y para mí también fue un reto personal”, afirma. Además, para Sanz esta aventura al Himalaya ha supuesto unir su pasión por la montaña y la parte profesional. “Poder hacer un documental como este, grabado en la montaña y que encima cuenta una historia de superación ha sido todo un lujo para mí”, aseguró a DEIA.

En esta expedición liderará por Álex Txikon forman parte, además, los destacados alpinistas Ramón Portilla y Oscar Cardo; y cuatro monitores Laura Maranchón, Fabricio Terrezas, Alberto Pastor y Javier Palacios, del grupo AMIAB.

El documental ‘La cumbre es el camino’ tiene como objetivo dar visibilidad a las personas con discapacidad en una experiencia única

Los tres jóvenes caminaron 100 kilómetros, superaron desniveles y alcanzaron la cumbre haciendo frente a temperaturas de -20 grados