Osakidetza ha anunciado la convocatoria de la OPE 2018-2019, que contará con 3.535 plazas y se llevará cabo en dos fases, una primera convocatoria en diciembre y una segunda, en primavera de 2022. Se trata de la primera gran Oferta Pública de Empleo del Servicio Vasco de Salud tras la pandemia y se celebra cuatro años después de la convocatoria que estuvo salpicada por un presunto fraude por la filtración de exámenes.

En esta primera convocatoria se ofertarán al menos 1.499 plazas para un total de 19 categorías, entre ellas las que están destinadas a reforzar la Atención Primaria, como son las 322 plazas de Medicina de Familia y 62 de Pediatría. En la segunda fase se ofertarán todas las plazas restantes.

La directora general de Osakidetza, Rosa Pérez, ha explicado el motivo por el que se ha optado por dividir la OPE 2018-2019 en dos fases separadas en el tiempo. "Después de un año de negociación en el marco de la Mesa Sectorial, las centrales sindicales no han apoyado las bases de la convocatoria, con lo cual, si no hacemos la convocatoria antes de que termine el año, se perderían esas plazas para siempre, y eso Osakidetza no lo va a aceptar de ningua manera", ha asegurado.

Sin embargo, la OPE cuenta con el rechazo de las centrales sindicales que denuncian que no se garantiza la imparcialidad en los exámenes. Uno de los principales escollos es el hecho de que vayan a ser los tribunales los que se encarguen de la elaboración de los exámenes ya que Osakidetza anunció que el IVAP se encargaría de hacerlos, algo que finalmente no hará.

Las bases de esta primera fase se publicarán a mediados de diciembre en el BOPV, donde las y los aspirantes podrán encontrar mas información sobre los aspectos más concretos de cada categoría profesional, así como al temario de cada categoría y otras informaciones de interés específico. Los exámes para poder aspirar a alguna de estas plazas se realizarán entre abril y mayo de 2022.

PLAZAS VACANTES

Cabe recordar que las 3.535 plazas que se convocan en la OPE 2018-2019, son la suma de la tasa de reposición del año 2018 y 2019, es decir, del número de plazas que han quedado vacantes por jubilaciones o fallecimientos, así como de una serie de plazas de nueva creación.

Según la normativa vigente, Osakidetza tiene un plazo de tres años desde que aprueba el número de plazas que se van a ofertar, en base a la tasa de reposición, hasta que convoca la OPE, por lo que el plazo para convocar las plazas acordadas en función de la tasa de reposición de 2018 finaliza en diciembre de este año. Es por ello que, en vista de la falta de acuerdo, Osakidetza ha optado por seguir adelante con la convocatoria, aunque sea de manera parcial.

La suma de las plazas que se convocan este mes de diciembre es de al menos 1.499. Como ya se ha explicado, es sobre todo el resultado de las plazas que quedaron vacantes a lo largo de 2018, pero también se han incluido en esta primera fase algunas plazas más correspondientes a la convocatoria de 2019, entre ellas, las de Atención Primaria, es decir, Medicina de Familia, Pediatría y Enfermería, por considerar que el refuerzo de la Atención Primaria se trata de algo prioritario y no demorable.

Según la directora general, esta decisión es un nuevo paso en favor de la estabilidad laboral y de la consolidación de la plantilla, tanto en la red de Atención Primaria como en todo Osakidetza, y que permitirá, por lo tanto, ofrecer un mejor servicio a las personas.

TRANSPARENTE Y CON GARANTIAS

Osakidetza asegura que la convocatoria de la OPE 2018/2019 contará con las máximas garantías con el fin de seleccionar las y los mejores profesionales y atraer talento cumpliendo con los principios de igualdad, mérito, capacidad, objetividad, imparcialidad, transparencia, agilidad y fiabilidad. Ese es el objetivo final.

Para ello se implantarán medidas tales como la elección de los tribunales por sorteo, la reducción de sus miembros o la aprobación de un código de conducta.

En cuanto a la elaboración de los exámenes cabe señalar que quienes formen parte de los tribunales contarán con un manual, que cada tribunal podrá decidir si asume la responsabilidad de la elaboración de las pruebas o si encarga esa tarea a una instancia externa con experiencia en la materia; que la confección de la parte práctica no dependerá de una sola persona y que está previsto introducir un elemento al azar fin de asegurar que nadie que participe en el proceso de selección pueda tener conocimiento del contenido final de la prueba.

Sin embargo, a los sindicatos no les gusta esta convocatoria. ELA asegura que dejar en manos de los tribunales la elaboración de los exámenes supone el mantenimiento de un sistema que no garantiza la igualdad de oportunidades, la transparencia y la imparcialidad.

Tampoco está conforme LAB que califica "de temeraria" esta decisión. Afirma que la confianza en el proceso "es nula" y añade que Osakidetza será la "primera responsable" de las situaciones irregulares que se puedan dar.

CCOO, por su parte, califica de "despropósito" que sean los tribunales los que decidan quién y cómo se elaboran los exámenes y que ello demuestra que Osakidetza no va a "corregir errores pasados".