Las mamografías son vitales para combatir un cáncer, el de mama, que sigue siendo el más frecuente entre las mujeres y el tipo de tumor más diagnosticado. Por ello, Osakidetza abordará en 2022 la sustitución de 16 de sus 20 mamógrafos por equipos de última generación, con una inversión de 4,9 millones de euros que permitirá que la mayoría de sus dispositivos cuenten con tomosíntesis, una técnica más precisa para el diagnóstico de este cáncer. La renovación de los cuatro restantes se realizará entre 2023 y 2024.

Con motivo de la celebración hoy martes del Día Mundial contra el Cáncer de Mama, Osakidetza insiste en la importancia de la detección precoz para poder tratar a tiempo esta enfermedad. Osakidetza puso en marcha, hace ya 26 años, el Programa de Detección Precoz de cáncer de mama, que ha permitido detectar cerca de 11.000 tumores malignos en las más de 2,2 millones de mamografías realizadas. La mayor parte de los cánceres detectados han sido, afortunadamente, en estadios precoces.

Según el Departamento de Salud, el programa tiene una "amplia aceptación" entre las mujeres de Euskadi, como demuestra el hecho de que a lo largo de los años haya participado el 80% de la población a la que va dirigida. Concretamente, la invitación a participar en el programa se realiza a las mujeres de entre 50 y 69 años, así como a aquellas entre los 40 y 49 años con antecedes familiares de cáncer de mama de primer grado. La prueba, que se repite cada dos años, consiste en la realización de mamografías en ambas mamas.

A pesar de que la pandemia ha obligado a adoptar medidas preventivas como aforos en salas de espera, o limpieza de mamógrafos. que han provocado que el ritmo de las pruebas se ralentizara, a día de hoy se ha retomado prácticamente la actividad prepandémica. Así, entre enero y septiembre de 2021 se realizaron 81.524 mamografías, cifra que se acerca a la registrada en el mismo periodo de 2019, en el que se llevaron a cabo 89.572 mamografías, y muy superior a las 50.829 pruebas que se realizaron entre enero y septiembre de 2020.

Con el objetivo de realizar diagnósticos de mayor precisión, Osakidetza ha adquirido 13 nuevos mamógrafos de última generación que serán instalados antes de que finalice el próximo año. Los nuevos equipos cuentan con tomosíntesis, una forma avanzada en 3D de la mamografía digital.

Los mamógrafos sustituirán 12 equipos de toda la red de Osakidetza, de forma que tanto las unidades de cribado como los hospitales de referencia tengan al menos un equipo de última generación. En una segunda fase, entre 2023 y 2024, está previsto que se sustituyan la totalidad de los equipos que aún no cuentan con tomosíntesis. De esta forma, quedarían por sustituir cuatro mamógrafos, ya que actualmente hay tres equipos que sí disponen de esta última tecnología.

¿Dónde irán lo primeros?

El hospital de Cruces recibirá dos nuevos mamógrafos y uno el ambulatorio Repelega (Portugalete), el ambulatorio Barakaldo, el hospital de Galdakao, el Centro de Alta Resolución de Gernika, el ambulatorio Doctor Areilza (Bilbao), el Hospital Universitario de Basurto, el Hospital Universitario de Donostia, el ambulatorio de Gros (nuevo), el hospital Alto Deba y el Hospital Universitario de Araba (uno en Txagorritxu y uno en Santiago).