Los científicos han advertido de que, si continúa el avance a profundidades mayores en el mar del delta lávico, la fajana generada por la erupción volcánica en La Palma, se podría producir un derrumbe de su frente que estaría acompañado de la liberación brusca de gases, con explosiones hidromagmáticas y olas.

La portavoz del comité científico del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca), María José Blanco, ha señalado en rueda de prensa este viernes que esta situación podría darse debido a que la fajana ha alcanzado el límite de la plataforma insular y, por lo tanto, es previsible que continúe su avance.

Blanco ha añadido que las condiciones meteorológicas son desfavorables para la calidad del aire, aunque la previsión es que mejore a partir de este sábado.

La portavoz del comité científico del Pevolca ha indicado que el proceso de inversión térmica se mantiene entre los 700 y los 900 metros y los vientos son débiles, lo que impide la dispersión de partículas contaminantes.

Por ello, las cenizas volcánicas han llegado ya a diversos puntos del norte de Tenerife, afectando a la navegación aérea en el aeropuerto Tenerife Norte, y no se descarta que lleguen esta tarde a Tenerife Sur y

por la noche al aeropuerto de La Gomera.

No obstante, ha apuntado que a partir de este sábado mejorarán las condiciones y también la operatividad de los aeropuertos.

En esa línea, Morcuende ha comentado que se notará una "clara mejoría" en los municipios afectados por la erupción pero mientras tanto, se recomienda a las personas con asma, problemas pulmonares o cardiopatías, que se mantengan en sus viviendas y si deben salir lo hagan con mascarilla FFP2.

Blanco ha indicado también que el penacho volcánico alcanza los 3.500 metros de altura y una emisión de 4.900 toneladas de dióxido de azufre -cantidad subestimada-, y remarcado que en la tarde de este jueves se superaron los umbrales de alerta de microgramos de dióxido de azufre por metro cúbico hasta en ocho ocasiones en El Paso, Los Llanos de Aridane y Tazacorte.

Incluso, a primera hora de la mañana de este viernes habían bajado hasta 50 microgramos y en la última medición se sitúan en 283.

Tanto Morcuende como Blanco han vuelto a solicitar que no se remuevan las cenizas durante la recogida, que se mojen previamente y se utilicen gafas protectoras y mascarillas FFP2.