La mesa de crisis del LABI afronta una nueva cita con más incertidumbres que certezas y con muy poco margen de maniobra. El lehendakari Iñigo Urkullu, acompañado de la consejera de Salud Gotzone Sagardui, presidirá mañana miércoles la reunión de la comisión científico-técnica del Comité Asesor del Plan de Protección Civil de Euskadi (LABI). Aunque a estas alturas de la pandemia todo hacía presagiar un alivio notable de las medidas, las previsiones apuntan a que el Gobierno vasco mantendrá las restricciones actuales no solo hasta que la incidencia se sitúe por debajo de los 500, sino también a la espera de mejorar la presión hospitalaria y la ocupación en UCI.

De no modificarse las restricciones en vigor, continuará el cierre de la hostelería a las 1.00 horas y la limitación al 35% de aforos máximos permitidos en las diversas actividades. Los eventos sociales, culturales y deportivos en recintos no podrán superar las 400 personas en interiores, y las 600 en exteriores.

En cuanto a recintos de entre 1.600 y 5.000 personas, su aforo será de 600 espectadores máximo y 800 en exteriores. En instalaciones con una capacidad superior a 5.000 personas, el aforo máximo seguirá siendo del 20%.

Hay que recordar que el pasado jueves 12 de agosto, esta comisión científico técnica ya descartó una relajación de las medidas de prevención. La situación de las UCI, la variante delta como responsable de 9 de cada 10 contagios y las fechas propias de fiestas patronales aunque no sean oficiales fueron los motivos esgrimidos.

días críticos

El documento reflejó que "corremos el riesgo de rebrotes, similares los que se produjeron en sanjuanes, el fin de curso o los exámenes de Selectividad". De hecho, el portavoz del Gobierno vasco, Bingen Zupiria, advirtió de que nos esperaban "días críticos" y dejó claro que para que Euskadi se decante por aliviar las medidas, la tasa de incidencia debe bajar de los 500 casos y se debe consolidar el descenso de la ocupación de hospitales y Unidades de Cuidados Intensivos.

La reunión, que se celebrará a partir de las 10.30 horas en Lehendakaritza, no podrá obviar las aglomeraciones y los numerosos incidentes registrados en algunas localidades en los últimos días. De hecho, voces presentes en el LABI político, ya se han mostrado partidarias de aplicar mano dura. El alcalde de Donostia, Eneko Goia, que vive la resaca de las intervenciones de la Ertzaintza, se mostró ayer contundente e hizo mención a la necesidad "en algunos casos", de tomar más medidas coercitivas. "Hay un problema más allá de lo sanitario. Una cosa es que no se cumplan las normas sanitarias, que está mal no hacerlo, pero otra cosa es que se cometan actos vandálicos contra mobiliario urbano o contra los agentes de la autoridad", señaló en una entrevista concedida a Onda Vasca.

Unos conflictos nocturnos que hubiera podido acotar el llamado toque de queda ya que, de momento, en Euskadi solo existe un llamamiento cívico a la "autolimitación" para reducir la movilidad desde la una a las seis de la madrugada, al no tener capacidad para exigir su obligado cumplimiento.

No hay que olvidar que en la CAV no existe actualmente ninguna limitación a la movilidad nocturna ya que el Gobierno vasco ha preferido no acudir a los tribunales para imponerla.

De hecho, el Ejecutivo vasco ya recibió hace unos meses el primer revés por parte de la Fiscalía que no autorizaba aquellas restricciones que vayan contra limitación de derechos fundamentales como el toque de queda, el cierre perimetral o la limitación de agrupaciones de personas. El criterio del Ministerio Público es considerar que, sin estado de alarma, no existe base legal para mantener este tipo de medidas.

Cierre. El horario de cierre de todas las actividades sociales y culturales es a las 01.00 horas.

Aforo. El 35% es el aforo máximo para todos los locales, incluidos los de hostelería.

Mascarilla. La mascarilla es obligatoria en entornos urbanos cuando no se garantice 1,5 m.

Aislamiento. El decreto establece que, en caso de contagio o si se es contacto estrecho, es necesario colaborar en la labor de rastreo y trazabilidad de casos, y también hay la obligación de guardar cuarentena.

"La incidencia debe bajar de los 500 casos y consolidarse la mejora en hospitales y UCI"

Portavoz del Gobierno vasco