La revista vasca de pensamiento e historia Hermes, que edita la Fundación Sabino Arana, ha recogido en su último número 69 las oportunidades, desafíos y roles a los que se enfrentará el euskera en diferentes ámbitos en el futuro. El objetivo de este número es, según la presidenta de Sabino Arana Fundazioa, Mireia Zarate, “escrutar las tendencias de futuro en cuanto a la utilización del euskera con la finalidad de que sean tenidas en cuenta en el proceso de revitalización de la lengua vasca”. Se trata, por tanto, de garantizar la presencia intensa y eficaz, y no testimonial, del euskera en el futuro y de aprovechar las nuevas tecnologías para estar presente, vivo y dinámico en el mundo global.

En este número se ha recogido el resultado del seminario organizado por Euskaltzaindia y Sabino Arana Fundazioa celebrado en julio de 2020, elaborado por un gran número de opiniones y aportaciones cualificadas de expertos en diferentes ámbitos - como el de la Sanidad, Educación o Nuevas Tecnologías, entre otros - y de los ponentes que participaron en el seminario. La revista ha puesto la mirada en la futura sociedad vasca, abordando el plurilingüismo, la diversidad cultural y las nuevas tecnologías.

La directora de Hermes, Olga Sáez, ha manifestado que “debe hacerse realidad que el euskera sea la lengua de los habitantes de Euskadi”. Además, ha matizado que “las nuevas generaciones, en su mayoría se han escolarizado en este idioma en los últimos 40 años, pero que su uso en la calle no refleja los altos niveles de conocimiento de la ciudadanía y las nuevas tecnologías ofrecen un campo de avance del que tienen que traccionar esas generaciones”.

ESFUERZOS POR EL EUSKERA

El monográfico cuenta, asimismo, con una entrevista del periodista Pedro Ontoso al recién nombrado obispo de Bilbao, Joseba Segura, quien alerta de la pérdida de la transmisión de la fe en las familias y afirma que en la CAV hay una secularización más rápida que en otros sitios, que tiene que ver con una especie de transferencia de lo que ha sido una mentalidad religiosa a una mentalidad en la que lo político es muy importante y que, tal vez, la identidad vasca se haya convertido en el centro.

El obispo asegura además, con respecto a la apuesta de la Iglesia por el desarrollo y revitalización del euskera, que reconoce dificultades por la debilidad progresiva de los agentes de pastoral euskaldunes. Sin embargo, destaca “el enorme esfuerzo que tenemos que realizar para que los seminaristas aprendan euskera, porque sus familias no son tradicionalmente euskaldunas”.