En demasiadas ocasiones, los problemas que tienen que ver con el aparato digestivo, los excrementos, e ir al váter se convierten en tabú. Es el caso de las enfermedades inflamatorias intestinales -fundamentalmente colitis ulcerosa y enfermedad de Crohn- que son cada vez más frecuentes y suponen un gran deterioro en la calidad de vida. "Se diagnostican en pacientes jóvenes y cuando uno está estudiando, trabajando, tiene hijos, y su vida se ve muy limitada por estas enfermedades, es fastidiado. Se caracterizan por una inflamación crónica incurable del intestino que evoluciona con brotes. Y en el brote se está mal, se sufren diarreas, dolor abdominal, sangre con las deposiciones, se pierde el apetito, se pierde peso, y hay que parar la vida cotidiana", describe José Luis Cabriada, jefe del Servicio de Digestivo del Hospital Galdakao.Este especialista dirige la primera Unidad de Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII) que creó Osakidetza hace ya 30 años para abordar estas patologías crónicas. Empezaron con una consulta semanal y ahora ya son cinco, que atienden anualmente a unos 1.000 pacientes.

Fístulas

En concreto, la enfermedad de Crohn, con fístulas en el ano, es la peor. "Es molestísima, dolorosísima y condiciona por completo la vida". Por eso, recientemente, Osakidetza ha nombrado al Hospital de Galdakao, junto al de Donostia, referentes para aplicar células madre de origen mesenquimal en las fístulas anales. "Está indicado para un perfil de paciente muy concreto. Para enfermos de Crohn que están bien de la inflamación del abdomen, pero tienen fístulas molestas que no acaban de controlar", explica.

La diferencia es que no son células de la médula ósea, como utilizan otros procesos, sino de origen mesenquimal, es decir, del tejido de cicatrización que estimula la reparación de esas fístulas para que puedan cerrar. "Llevamos pocos pacientes pero la impresión es que puede ser eficaz en este escenario", destaca.

El trabajo investigador de estos profesionales ha permitido incorporar también otros nuevos tratamientos como los biológicos. "Al principio manejábamos muy pocos fármacos, corticoides, inmunodepresores y poco más. En los últimos años, la llegada de los fármacos biológicos ha supuesto un cambio revolucionario en la vida de los pacientes. Mejora muchísimo su enfermedad aunque son tratamientos que hay que poner de por vida, y que no están exentos de efectos secundarios", precisa Cabriada.

A su juicio, "los biológicos son una solución extraordinaria, pero cuando la enfermedad se complica mucho, la opción que queda es la cirugía y eso supone extirpar el recto. Son casos muy severos pero cuando no había otros medios, no era una intervención rara. Como yo llevo 30 años haciendo esta consulta, he visto de todo, también extirpaciones muy radicales", precisa. No en vano estas patologías generan gastos sanitarios importantes. Antes, fundamentalmente basados en cirugías con hospitalización, y ahora en gastos de tratamiento.

Gente de 30 a 40 años

Por su parte, el doctor del Servicio de Aparato Digestivo, Iago Rodríguez, que acaba de participar en un estudio epidemiológico para detectar la prevalencia de estas enfermedades, reivindica también la visibilidad de las dolencias intestinales. "No se sabía exactamente de cuántos afectados estábamos hablando porque no había estudios concretos. Pero con la participación de cien hospitales, hemos recogido los nuevos diagnósticos, más para la colitis ulcerosa que para la enfermedad de Crohn. La incidencia en Euskadi es de 15 nuevos casos por cada cien mil habitantes al año, con pacientes entre 30 y 40 años. Claro, eso solo son los casos nuevos. Pero hay muchos más porque es un trastorno para toda la vida".

"Como es crónica, cada vez hay más gente con esta enfermedad y hay poca visibilidad de la dolencia por sus síntomas y lo que suponen. Solo el diagnóstico tarda entre tres y seis meses porque la gente se pasa mucho tiempo con síntomas y con dolor", aclara Rodríguez, asegurando que afecta por igual a hombres y a mujeres.

Los hábitos alimenticios son un factor decisivo, pero curiosamente no hay alimentos concretos ni patrones asociados directamente con la enfermedad. "Sí se conoce que el estilo de vida occidental influye mucho en que proliferen las enfermedades de este tipo. Los países que se van industrializando tienen un repunte espectacular de casos. La dieta tiene un papel determinante pero también los factores medioambientales", destaca Rodríguez.

Este especialista ha participado asimismo en estudios para analizar cómo afecta el coronavirus a estos enfermos y si presentan más riesgos. "Hemos aprendido que no tienen mayor riesgo de tener la infección. Y si se contagian, tampoco tienen más riesgo de sufrir una enfermedad más grave, que necesite más hospitalizaciones, más UCI o ventilación mecánica", declara.

Asimismo se ha analizado cómo influyen los fármacos que toman estos pacientes en la evolución de coronavirus "y en Galdakao fuimos los primeros en publicar la primera serie de covid y enfermedades inflamatorias intestinales". "Lo que vemos es que quizá ciertos tratamientos pueden ser un factor de protección que resta gravedad al virus. El siguiente problema es que algunas de esas medicaciones evitan que el covid progrese, pero provocan que las vacunas pierdan algo de eficacia", se lamenta.

Gracias a su trabajo meticuloso, esta Unidad -que proporciona a los pacientes una asistencia a demanda y un seguimiento exhaustivo-, acaba de conseguir la certificación de calidad del Grupo Español de Trabajo en Enfermedad de Crohn y Colitis Ulcerosa otorgada tras una auditoría externa. Para el doctor Cabriada, "es el reconocimiento a una labor pionera. Durante estas tres décadas, nuestro objetivo en el Hospital de Galdakao ha sido prestar una asistencia integral eficiente y de calidad. Sin olvidarnos de una labor docente y de investigación".

Referencia. La Unidad de Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII) del Hospital Galdakao acaba de recibir la certificación de calidad que concede el Grupo Español de Trabajo en Enfermedad de Crohn y Colitis Ulcerosa. Una distinción a la excelencia en la atención a pacientes con estas patologías que reconoce su calidad asistencial e investigadora. Atiende anualmente alrededor de 1.000 pacientes, algunos remitidos desde otras organizaciones al ser un servicio de referencia para determinadas prestaciones como la cápsula endoscópica, la granulocitoaféresis o el tratamiento de fístulas perianales con células madre de origen mesenquimal.

Monográfica. Durante una década, desde su creación, la de Galdakao fue la única consulta monográfica de EII de Osakidetza y, a día de hoy, en la que el aumento de casos ha obligado a pasar consulta cinco días por semana con personal de enfermería especializado, esta sigue siendo de referencia tanto a nivel estatal como internacional. Desde sus inicios, este servicio ha apostado por la creación de consultas específicas, fruto de la hiper especialización. "En 1989 se creó la primera consulta monográfica, y al poco de su puesta en marcha, ya incluyó personal de enfermería porque el papel de la enfermería es clave".

"El paciente sufre diarreas, dolor en el abdomen, pierde el apetito, es molestísimo"

Jefe del Servicio de Digestivo

"Es crónico, cada vez hay más y entre gente joven, pero no se visibiliza por sus síntomas"

Médico Servicio de Aparato Digestivo