En principio, hasta este próximo lunes no tocaría revisar la batería de medidas desplegadas todavía en Euskadi para tratar de impedir la transmisión del virus. Así se decidió en la última reunión del LABI y todo apunta a que tanto el comité técnico como el lehendakari mantendrá su palabra. Y eso que la presencia del patógeno en la geografía vasca parece irse debilitando. Los datos diarios así lo expresan, pero los antecedentes del SARS-CoV-2 no animan al optimismo desbocado. Sí a la esperanza, pero con la prudencia y el respeto que esta pandemia ha inoculado en la sociedad.

Lo volvía a decir ayer la propia consejera de Salud, Gotzone Sagardui, durante el análisis de los números asociados ya para siempre al covid-19: la incidencia acumulada se situaba ayer en 146 casos, el número más bajo en diez meses; y la carga asistencial en los hospitales era también la más suave desde noviembre con 59 camas UCI ocupadas. Y esa otra cifra que refleja el poder de contagio de una persona portadora del virus era de 0,85 en el último informe. Tanto es así que Osakidetza ha rebajado el nivel de alerta en su red de centros, aunque eso no significa que se vayan a escatimar recursos en labores de control y vigilancia.

"Son datos esperanzadores, fruto del inmenso esfuerzo de la sociedad en su conjunto, del trabajo de los profesionales de Osakidetza y de la eficacia de las vacunas", describía Sagardui. Y aportaba datos para confirmar esa puesta en valor de las vacunas: la tasa de incidencia entre los mayores de 65 años está en 40,46 casos, es decir por debajo de la codiciada meta de los 60 que hace ya unos cuantos meses se fijó el Gobierno vasco.

Sin embargo, y sin perder de vista la cautela que tantas decisiones ha obligado a adoptar en este tiempo de pandemia, desde el gabinete de Iñigo Urkullu persisten en esa idea y en "la importancia de consolidar los datos", tal y como han repetido una y otra vez las voces expertas en epidemiología.

Bizkaia, por encima de 150

Esto se traduce en que las restricciones actualmente en vigor no se aligerarán hasta que se confirme que la incidencia acumulada se mantiene por debajo de esos 150 casos. Ayer eran 146,52, un dato que no se daba desde el 8 de agosto de 2020. Pero se esperará a que el paquete de restricciones vigentes cumpla 20 días, tal y como se anunció cuando fueron aprobadas el 31 de mayo. Solo supera esa cifra Bizkaia (152,04) mientras que Gipuzkoa alcanza una tasa de 137,13 y Araba de 135,97. Y es también el territorio vizcaino el único con aumento de positivos: 83 casos que serían 29 más que el domingo. Las localidades con mayor número de nuevos contagios son Bilbao (con 32), Barakaldo (7 casos) y Erandio (6 casos).

Por todo ello, desde el Ejecutivo vasco entienden que es pertinente mantener un escenario de alerta activa ante cualquier posible repunte del virus. La consejera abogó por esperar a conocer la evolución a corto y medio plazo del patógeno antes de poder adoptar cualquier medida que suponga una relajación de las actuales restricciones. De hecho, si se consolida ese declive de la pandemia Euskadi podría ampliar horarios hasta la una de la madrugada y aforos de actividades y establecimientos, por ejemplo. Asimismo, se prevé la posibilidad de aumentar el aforo al 60% en exteriores de piscinas, jardines, terrazas de hoteles y campings.

También se ampliaría a seis el número personas por mesa en la hostelería. Y se reabrirían los txokos y sociedades gastronómicas aunque con limitación de horario, aforo y distancia. Otra actividad y escenarios donde se dejarían sentir los nuevos aires serían los vinculados al deporte: podría haber grupos de hasta diez deportistas en recintos interiores; volvería el público a eventos deportivos (respetando siempre un aforo del 60% y un máximo de 800 personas en interior o de 1.200 en exterior).

La entrada en la fase de transmisión moderada (entre 60 y 150 casos) implicaría según el Plan Bizi Berri III la aplicación de esas medidas -el documento también permite que se analice la apertura del ocio nocturno- aunque primero es necesario el visto bueno del Consejo Asesor del Plan de Protección Civil de Euskadi (LABI) que podría reunirse a finales de esta semana o a principios de la próxima

Mascarilla y distancia

El tema más espinoso hasta la fecha es el que tiene que ver con la mascarilla y su uso obligatorio en exteriores. La decisión final deberá ser aprobada por la Comisión de Salud y la mayoría de los gobiernos prefieren atender a la prudencia. En Euskadi, la consejera Sagardui manifestaba a este respecto que "estamos aún en una situación en la que la prudencia tiene que ser el garante. Los datos de hoy [por ayer] indican que vamos por el buen camino, pero aún tenemos que mantener la prudencia y eso incluye de forma inmediata al menos la utilización de la mascarilla". La propia comisaria europea de Salud, Stella Kyriakies, alertaba ayer de que Europa "todavía no está fuera de peligro" y pidió "no relajarse" ni dejar de usar las mascarillas y la distancia social. "Hay razones para el optimismo, pero no para la complacencia", avisó.

Entre tanto, la tensión hospitalaria sigue aligerándose con 59 enfermos graves con covid en las UCI (uno menos) y 96 en planta (uno menos). El dato menos positivo es el de los nuevos ingresos, que ayer fueron 30, 14 más que el día anterior. Y otros indicadores también muestran la consolidación de la tendencia positiva con un índice de contagios por debajo del 2%, concretamente de un 1,8%, un dato que no se alcanzaba desde el 16 de julio de 2020 cuando se registró un 1,2%.

Alta transmisión. Osakidetza está haciendo un cribado en un centro educativo de Zalla, localidad que ha sumado 13 positivos en la última semana y que este pasado lunes regresó a la zona roja de alta trasmisión del virus al superar la incidencia de 400 casos por 100.000 habitantes en 14 días. La consejera de Salud, Gotzone Sagardui, explicó que no hay ninguna evidencia de que la variante india esté detrás de ese alza de casos y será necesario esperar la secuenciación de las pruebas del cribado para saber si se corresponden o no con esta variante.

Aulas cerradas. Un total de 44 aulas permanecían cerradas ayer martes en Euskadi por la incidencia del covid-19, lo que supone cuatro menos respecto al comienzo de la semana y representa el 0,31% del total de las 14.126 clases desde los dos años hasta educación no universitaria posobligatoria existentes.

146,52

Euskadi pasó ayer al escenario 2 de los cinco contemplados en el plan de contingencia de Osakidetza frente a la pandemia, tras siete meses en el nivel 3, después de bajar su tasa de incidencia acumulada por cada 100.000 habitantes a 146,52 casos, un dato que no se daba desde agosto de 2020.

Escenario. Este nuevo paso en la batalla contra la pandemia abre la posibilidad de que las instituciones suavicen las restricciones vigentes en ámbitos como la hostelería y el ocio nocturno al pasar a un escenario de transmisión moderada.

"Vamos por buen camino pero tenemos que mantener la prudencia, y eso incluye la mascarilla"

Consejera de Salud