El 82,8 por ciento de los ciudadanos del Estado está dispuesto a vacunarse cuando le llegue el turno, un porcentaje ligeramente superior al registrado hace un mes (82,1 %), pese a las reticencias en algunos sectores por los casos raros de trombos detectados por la vacuna de AstraZeneca.

Datos que refleja la encuesta del Centro de Investigaciones Científicas (CIS), realizada entre el 5 y el 14 de abril, cuando aún Estados Unidos no había suspendido cautelarmente la administración de las dosis de Janssen.

El sondeo refleja también que un 6,2 por ciento de los entrevistados no quiere vacunarse, casi un punto más que en el estudio publicado el pasado marzo cuando el 5,4 por ciento se pronunció en contra de vacunarse.

De los que rechazarían la inmunización, un 34,6 por ciento asegura que no se fía de ello y otro 25,3 por ciento dice tener miedo a posibles efectos adversos.

Hay otro 2,8 por ciento que no se vacunaría porque niega la existencia de la covid-19 y un 3,1 por ciento se declara antivacunas.