Una campaña de inspección realizada por Kontsumobide, el instituto vasco de consumo, ha detectado un alto nivel del incumplimiento en el etiquetado de frutas y verduras. Así, de 90 inspecciones realizadas en Euskadi (24 en Álava, 36 en Bizkaia y 30 en Gipuzkoa) se han encontrado irregularidades en 75. Las personas consumidoras deben saber que las frutas y hortalizas tienen que indicar en su etiqueta: nombre del producto, variedad, origen, calibre (tamaño) y precio por unidad de medida, etc. Y que, además, dicha información debe estar disponible de forma legible.

Informa Konstsumobide de que, fruto de esta última investigación, en el 80% de las frutas y el 78,7% de las hortalizas no se citaba el calibre. En el 69,7% de las hortalizas y el 68,9% de las frutas no se mostraba la categoría. En el 65,2% de las hortalizas y en el 58,90% de las frutas no se enseñaba el país de origen y en el 36% de las frutas no aparecía la variedad. "El nivel de incumpliendo es similar en frutas y hortalizas", valora. Además ?continúa?, la información estaba mal dispuesta en el 25,40% de las ocasiones, con lo que no era legible o podía inducir a error. En el 20% de las inspecciones realizadas ni siquiera se recogía el nombre del producto y en el 10,10% tampoco se indicaba el precio por unidad o kilogramo.

Con todo, los alimentos frescos no son los más complicados a la hora de descifrar el etiquetado. "Es en los procesados donde se entiende peor", apunta Leixuri Aguirre, experta en Tecnología de los Alimentos. En frutas y verduras, el etiquetado no está normalmente a simple vista sino en la caja o en el saco descargado en la tienda, pero "si lo solicitas, tienen la obligación de dártelo", apunta. Aun así, "la etiqueta suele entenderse mejor que en los productos procesados", indica la investigadora de la UPV/EHU.

Kontsumobide concluye que los establecimientos en los que se han detectado infracciones ya han sido apercibidos, con lo que en una segunda campaña de carácter sancionador, comprobará si han subsanado las irregularidades. La inspección de mercado es una de las funciones atribuidas al instituto vasco de consumo para velar por los derechos de los consumidores.