La sanidad vasca cruza los dedos para que no penetren con crudeza las nuevas variantes de covid-19que podrían poner en jaque la evolución de la pandemia. La consejera de Salud, Gotzone Sagardui ya ha atribuido a estas variantes parte de la responsabilidad en la ralentización del descenso del pico posterior a Navidad. La consejera cree además que su extensión supone "añadir mayor incertidumbre al comportamiento de la pandemia". El propio Ministerio de Sanidad admite que son una amenaza y asegura que el objetivo es evitar una cuarta ola que desate estas peligrosas nuevas cepas.

Por eso, los laboratorios vascos llevan a cabo una exhaustiva secuenciación de positivos cuyo objetivo es vigilar su avance y frenar la expansión. Un proceso extremadamente complejo que desmenuza el código genético de cada patógeno para poder estudiar a qué variante pertenece.

La variante de Sars-CoV-2 identificada en Reino Unido (B.1.1.7) se detectó por primera vez en un virus aislado a partir de un paciente el 20 de septiembre de 2020, pero en un primer momento no generó sospechas. Sin embargo, la variante británica se ha ido extendiendo como un reguero de pólvora. En Euskadi, el 31 de diciembre se confirmaban los primeros seis casos. En enero se contaban un puñado más. Pero la situación se ha ido complicando día a día y ahora ya está presente en más de mitad. Actualmente se trata del virus principal después de registrarse una subida de diez puntos en apenas cinco días. Por el momento, ha generado dos grandes brotes en dos centros deportivos de Barakaldo y Santurtzi con más de doscientos contagios. Además se han secuenciado muestras de más brotes, incluido el ocurrido recientemente en el hospital de Santa Marina.

el peligro

Los laboratorios de Osakidetza también han ratificado en Euskadi dos infectados por la cepa sudafricana (la variante 501Y.V2) que fue identificada a finales de 2020.

En enero de 2021 se identificó por primera vez la variante P.1 en viajeros provenientes de Brasil que llegaron a Japón. Pues bien, también ha llegado aquí. El País Vasco cuenta con un caso confirmado de la variantes brasileña por la técnica de secuenciación y otro sospechoso. Gotzone Sagardui ha aclarado, sin embargo que, tanto en los casos de la cepa sudafricana como en el de la variante brasileña, se tiene "muy bien identificado" el origen del contagio, "que proviene del exterior de la comunidad".

Estas mutaciones suponen el mayor riesgo para el control de la pandemia ya que aunque no circulan con tanta rapidez como la británica, el peligro podría ser alto en caso de que la incidencia aumentase de forma considerable. A pesar de que ahora su diseminación se considera moderada, pueden tener un efecto importante en la forma en la que infecta el virus, ya sea aumentando su transmisión, infectividad o esquivando a nuestro sistema inmune.

Para empeorar esta frágil situación, hace más de un mes el Ministerio de Sanidad notificó la aparición de la variante californiana, apodada el diablo, de la que ya ha detectado seis casos. Sanidad mantiene bajo vigilancia hasta diez, tras añadir al listado otras tres; la de Nueva York, otra originada en Uganda y una última expandida en Portugal, de las que no constan todavía positivos.

La explicación para virólogos como Adolfo García-Sastre, director del Instituto de Salud Global y Patógenos Emergentes en el hospital Mount Sinai de Nueva York, es que "cuantos más virus circulan, más variabilidad genética existe entre ellos y mayor número de variantes hay. Si alguna tiene una ventaja evolutiva respecto a variantes anteriores, tendrá una oportunidad. Y, a la inversa, cuantos menos virus circulen, menos probable será que aparezcan variantes. Es uno de los motivos por los que es importante vacunar rápido", afirma.

En este momento, la comunidad científica investiga, además, si algunas mutaciones del coronavirus facilitan las reinfecciones, lo que las convertirían en otro factor de riesgo.

datos del día

crece el número de 'pacientes uci'

247 nuevos contagios. El sábado se registraron 247 nuevos casos positivos en covid-19 detectados en 5.760 pruebas diagnósticas, entre PCR y test antígenos. La tasa de positividad, por lo tanto, se mantiene igual que el viernes, en el 4,3 % a pesar de que esa jornada contabilizó 307 contagios. Un día más, Bizkaia volvió a copar la mayoría de casos con 130 nuevos infectados. Además, tras varios días de descenso en la ocupación, la presión asistencial en las UCI volvió a aumentar con cinco nuevos pacientes muy graves. En total, hay 120 de las 336 camas ocupadas por casos críticos de covid-19. Asimismo, en las últimas 24 horas ingresaron otras 32 personas por coronavirus en los hospitales.