El departamento vasco de Salud acelerará la administración de la vacuna de Astra Zeneca ya que el amplio periodo entre las dos dosis, de diez semanas, permite prever las roturas de suministro con suficiente antelación. Por ello, según ha explicado la consejera Gotzone Sagardui, la reserva de segundas dosis se limitará a tres semanas, por lo que se administrarán todos los fármacos de forma inmediata que lleguen en el próximo mes y medio.

En su comparecencia semanal ante la Comisión de Salud, la consejera ha detallado que ayer mismo llegaron a Euskadi 16.900 dosis de este fármaco, pero que la farmacéutica ya ha advertido de que, pese a que los problemas de suministro se compensarán a lo largo de este mes de marzo, en abril, mayo y junio solo enviará la mitad de las dosis comprometidas con la Unión Europea.

En estas circunstancias de "gran incertidumbre" debido a que el suministro "no es constante ni seguro", ha lamentado, "es difícil planificar más allá de una semana y gestionar la posible reserva que garantice las segundas dosis cuando corresponda".

Sin embargo, Sagardui ha señalado que, debido a que el tiempo de espera entre ambas inoculaciones es de entre 10 y 12 semanas, es posible corregir la escasez de dosis con suficiente antelación sin tener que reservar la mitad de todas las que se reciban. En este sentido, ha anunciado que el departamento reducirá su stock máximo a tres semanas, "por lo que durante las próximas seis semanas continuaremos con la administración de la vacuna de Astra Zeneca en la totalidad de las dosis que vayamos recibiendo".

Actualmente, esta vacuna se está administrando a ertzainas, personal de pisos tutelados y viviendas comunitarias, personal de centro día de mayores, servicio de ayuda a domicilio, segundas líneas de la sanidad privada, trabajadores de farmacias, policías locales, nacionales y guardias civiles, bomberos, personal de educación infantil y especial y monitores de comedor, funcionarios de prisiones e inspectores de salud.

MODERNA Y PFIZER

Además, el viernes llegaron a Euskadi 8.000 dosis de Moderna, la mitad de las previstas originalmente, y el lunes 29.000 de Pfizer, algo más de lo esperado. A día de hoy las vacunas de estas dos compañías "han cumplido con su objetivo prioritario: llegar las personas más vulnerables y los colectivos más expuestos".