El covid es lo que tiene, que nadie está libre de contagio ni de sufrir sus efectos. Tampoco los partidos políticos, en muchos casos prestos a arrojar la primera piedra pero mucho más cuidadosos cuando ocurre en las propias filas. Es el caso que se conoció el jueves, el del concejal de Anoeta por EH Bildu y delegado del área de Cultura, Juventud y Deporte en la localidad guipuzcoana, Jokin Tolosa, que fue cesado "fulminantemente" por la dirección de su partido.

La coalición tardó cinco días en resolver el incumplimiento de las normas anticontagio de su concejal. Los hechos ocurrieron en la madrugada del sábado al domingo de la pasada semana y mereció una multa por parte de la Ertzaintza, que descubrió al edil en una fiesta en un garaje con más de cuatro personas e incumpliendo el confinamiento perimetral. La conducta del concejal era vox populi en Anoeta, así como en el centro escolar en el que imparte clases.

La dirección de EH Bildu decidió cesar "fulminantemente" al edil de Anoeta Jokin Tolosa "tras tener conocimiento de que ha incumplido en reiteradas ocasiones las normas sociosanitarias impuestas con el objetivo de frenar la expansión del covid". Según la nota, la postura de EH Bildu es de "tolerancia cero" con actitudes "que suponen un riesgo para la salud pública, algo que considera debe prevalecer en la situación tan difícil que estamos viviendo". En esta línea, considera "inadmisible" el comportamiento de Tolosa. En la nota, se califica como "grave" la conducta del edil, antes de añadir que tanto "al concejal como a la propia agrupación política nos corresponde hacer autocrítica" para que no vuelva a ocurrir.