Un 59,2% de la población considera que el Gobierno español y las comunidades autónomas deberían haberse tomado medidas más estrictas ante los riesgos de la pandemia, mientras que solo un 2,1% opina que no había, ni hay a día de hoy, que adoptar medidas que limiten las libertades.

Según la última encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) sobre las consecuencias del Covid-19, una mayoría de ciudadanos apuesta por medidas de control más estrictas.

Otro 25,8% de los encuestados considera que las restricciones aplicadas eran y son adecuadas, en tanto que un 4,7% reconoce que no tiene información suficiente.

PÉRDIDAS

Según la encuesta del CIS, un 27% de la población ha sufrido la pérdida por coronavirus de algún conocido, mientras que un 8,6% ha perdido a un amigo y un 7,3 a algún familiar.

Hasta un 75,9 afirma tener un conocido que ha padecido el Covid-19, mientras que el 47,4% tiene algún amigo, el 33,7% un familiar y hasta el 6,7 señala que ha tenido la enfermedad.

La situación del coronavirus que se está viviendo en el Estado y en otros lugares le preocupa mucho al 49,3% de los encuestados, bastante al 42,7%, mientras que nada o casi nada a un 2,2%. Asimismo, un 43,1% afirma que su vida se ha visto muy afectada o bastante afectada, mientras que el 23,7% señala que se ha visto poco afectada.

En cuanto a los que se han visto afectados, un 45,2% ha señalado como principal cambio el de sus relaciones y forma de vivir, seguido de los aspectos laborales (41,2%), aspectos emocionales (37,2%) y en cuestiones de salud (29,2%).

La pandemia ha cambiado mucho o bastante los hábitos y comportamiento sociales para 79% de la población; la forma de vivir para el 75,3%; la forma de cuidar la salud para el 56,4% y la forma de pensar ha cambiado mucho o bastante con esta crisis sanitaria para el 50,9%. Llama la atención que a hasta un 20% la situación actual no le ha hecho modificar o apenas ha modificado su forma de cuidar la salud.

Sobre los aspectos principales que se han cambiando en la forma de vivir, las principales respuestas son la reducción o limitación de las relaciones sociales o actividades sociales o vida social y la limitación o disminución de salidas (actividades, paseos, ocio, viajes). Respecto a la forma de pensar, sobre todo la población se afectada se ha dado cuenta de la fragilidad de la vida, vivir el momento, el presente, y, por otro lado, a valorar otras cosas de su vida, como es lo que se tiene, lo que es importante, la familia o la salud.

En cuanto a los que la pandemia le ha cambiado su forma de cuidar la salud, la mayoría ha incluido en sus rutinas las medidas higiénicas (mascarilla, limpieza, ventilación) contra el Covid-19; seguido de un cambio de hábitos y mayor cuidado en la alimentación y deporte; además, señalan que toman más precauciones por preocupación por la salud y el miedo al contagio. Y, lo que han señalado un cambio en sus relaciones sociales, han visto sobre todo una reducción o limitación de relaciones sociales y familiares, contactos físicos o vida social.