Euskadi analizará este lunes, en función de los datos de la pandemia, si es preciso adoptar o no nuevas medidas restrictivas para hacer frente al coronavirus, después de que el Gobierno central haya decretado este domingo el estado de alarma en todo el Estado, según han informado fuentes de Lehendakaritza.

El presidente del Gobierno central, Pedro Sánchez, ha comparecido este domingo después de que en un consejo de ministros extraordinario se haya aprobado, tras la petición de diez comunidades autónomas, la declaración del estado de alarma en todo el Estado, que se pretende prolongar hasta el 9 de mayo.

La declaración del estado de alarma que, en esta ocasión, concede a los presidentes autonómicos ser la autoridad delegada en sus territorios, permitirá a las comunidades autónomas confinar total o parcialmente sus territorios. Asimismo, establece un toque de queda desde las 23.00 horas hasta las seis de la madrugada, aunque el horario puede ser modulado por las autonomías.

El lehendakari, Iñigo Urkullu, había solicitado el pasado viernes al presidente del Gobierno central la declaración del Estado de Alarma y precisamente reclamó que fuera "con mando y gestión en la presidencia de cada comunidad autónoma de manera coordinada en el conjunto del Estado".

Con esta petición, la pretensión del Ejecutivo vasco, según expresó el pasado viernes el propio lehendakari, es la de actuar con la "mayor celeridad y diligencia" de cara a preservar la salud de la ciudadanía y "limitar la transmisión comunitaria del coronavirus", dado que en los últimos días Euskadi está alcanzado niveles máximos de contagio desde el inicio de la pandemia. Los datos facilitados este domingo arrojan 1.012 nuevos positivos y la tasa de positividad más elevada hasta la fecha, un 9,1%.

Urkullu realizó esta petición después de que la Sala de lo Contencioso-administrativo del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) no autorizara la limitación a seis personas de los encuentros sociales en lugares públicos y privados que pretendía llevar a cabo el Gobierno vasco, al considerar el Alto Tribunal que vulnera derechos fundamentales y no tiene cobertura legal.

Los jueces entendían que, para establecer esa medida, se tendría que decretar un estado de alarma o elaborar una Ley Orgánica para hacer frente a la pandemia que contemplara unas medidas "limitativas de derechos fundamentales.

Tras esa resolución, que el Gobierno vasco no comparte, el propio Urkullu trasladaba que el auto cerraba las puertas a todo lo que no fuera el Estado de Alarma y anunciaba nuevas medidas restrictivas, ya en vigor, que, en algunos caso sólo eran recomendaciones para evitar un varapalo judicial.

El Gobierno vasco, dada la evolución de la pandemia, ya adelantaba el pasado viernes que no descartaba, sin embargo, tener que adoptar nuevas medidas más restrictivas e intensas, como pueden ser la limitación de la actividad nocturna, los cierres perimetrales de zonas o municipios, o confinamientos "más estrictos", que podrían afectar a áreas específicas o incluso a toda Euskadi.

La Comisión Asesora del Plan Bizi Berri está evaluando permanentemente la situación sanitaria y, tras la decisión de declarar el Estado de Alarma, a la espera de su entrada en vigor, mañana por la mañana planteará nuevas medidas para controlar la pandemia.

Hoy mismo, el lehendakari se ha puesto en contacto con la presidenta del Parlamento Vasco y los responsables de los partidos políticos vascos.