El Consejo Asesor del Plan de Protección Civil de Euskadi (LABI) se reunirá este jueves, bajo la presidencia del lehendakari, Iñigo Urkullu, para evaluar la situación tras el ascenso de casos de covid 19 y proponer nuevas restricciones, mientras se espera también para mañana la ratificación por el Tribunal Superior de Justicia del Pais Vasco (TSJPV) de las últimas medidas aprobadas por el Gobierno vasco.

Se trata así de frenar la expansión del coronavirus en Euskadi, donde la positividad sobre las pruebas PCR realizadas es del 7,6 %, el índice reproductivo básico, que mide el número de personas a las que puede contagiar un enfermo, es de 1,24, y son ya 44 los fallecidos por esta enfermedad durante la semana del 12 al 18 de octubre.44 los fallecidos por esta enfermedad durante la semana del 12 al 18 de octubre

RESTRICCIONES

Entre otras medidas restrictivas, la orden del Gobierno vasco sobre la que debe pronunciarse el TSJPV, que ya ha sido informada favorablemente por la Fiscalía, establece que los aforos en ámbitos como la hostelería y en eventos culturales y religiosos se reducirán al 50 % y el cierre en restaurantes y bares se adelantará una hora, hasta a las 00.00, mientras que las agrupaciones no podrán superar las 6 personas.

Esta nueva convocatoria del Consejo Asesor del LABI se produce tan solo cinco días después de que este órgano, en el que están representadas todas las instituciones vascas, así como el delegado del Gobierno en Euskadi, se reuniera el pasado sábado y acordara una serie de limitaciones recogidas en la orden del Departamento de Salud.

URKULLU Y EL ESTADO DE ALARMA

Durante su intervención en una conferencia telemática, Urkullu se ha mostrado "abierto a la reflexión" sobre la adopción de un nuevo estado de alarma en el Estado y la aplicación del toque de queda, si antes se han tomado todas las medidas preventivas y no han sido suficientes, siempre que su aplicación sea gestionada desde las comunidades autónomas.

El lehendakari ha recordado que desde que finalizó el estado de alarma el Gobierno vasco ha actuado "de manera quirúrgica" para adoptar medidas en los municipios donde la tasa de contagios era superior a la recomendable, "sin llegar a los confinamientos".

Ha señalado que la posibilidad de volver a implantar un estado de alarma y un toque de queda "requiere de una discusión compartida con las comunidades autónomas" y está "abierto a la reflexión" sobre este asunto, aunque se deberían haber adoptado antes todas las medidas necesarias para controlar la vida social y la movilidad, y analizar si han sido efectivos los confinamientos perimetrales.

En cualquier caso, Urkullu ha añadido que si fuera necesaria de nuevo una medida homogénea en todo el Estado, "su aplicación debe ser acorde a las circunstancias y los recursos de cada ámbito" y por tanto ha reclamado "una cogobernanza colaborativa" con las comunidades autónomas.

MEDIDAS QUE APORTEN UN PLUS

El coordinador del Programa de Vigilancia y Control del Departamento de Salud y de Osakidetza, Ignacio Garitano, ha asegurado este miércoles que las medidas contra la covid anunciadas por el Gobierno vasco "son muy potentes y su cumplimiento es vital, importantísimo" para frenar la expansión de la pandemia, y que, en todo caso, según la evolución de la curva de contagios se podrán implementar otras que "aporten un plus"mplementar otras que "aporten un plus".

"Las medidas que funcionan son todas y a la vez, y muchas no están en mano de la Administración", ha dicho Garitano, que ha asegurado que si se estima necesario confinar perimetralmente un municipio se hará "sin ningún problema".

RELAJACIÓN EN GIPUZKOA

Por su parte, el diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, ha achacado el incremento en el número de personas contagiadas por covid-19 en el territorio a una "relajación" de "gran parte de la población" en el cumplimiento de las medidas de prevención, que deben seguirse "de un modo escrupuloso".

Gipuzkoa, el territorio vasco con datos más preocupantes, tiene una tasa de contagio acumulada superior a 500 casos por 100.000 habitantes, una situación que Olano ha calificado de "realmente muy grave", por lo que ha pedido "cumplir las normas y sentido común".