“Tienes que hacer el triple de trabajo para obtener un tercio del resultado”, resume gráficamente el presidente de Santutxu Hockey Taldea, Aurelio Erdozain, la vuelta del deporte escolar. De momento no podrán reanudar los entrenamientos este próximo lunes ya que, al entrenar en el polideportivo de Txurdinaga, dependen del permiso de Bilbao Kirolak, que todavía no han recibido.

Cuentan con seis equipos inscritos en el programa, benjamín, alevín e infantil, con 60 niños de entre 8 y 13 años, además de otros cuatro equipos federados que ya han empezado a entrenar y una escuela de patín, para los más pequeños, para el que necesitan buscar un espacio alternativo. No podrán formar equipo femenino ni entrenamientos especiales de porteros, “porque mezclamos participantes de diferentes grupos”. Aunque la mayoría de los chavales que ya estaban inscritos el año pasado repetirán este curso, sí ha habido familias que prefieren hacerlo más adelante. “Tienen muchas ganas de empezar, porque es un deporte peculiar, que no puedes practicar en cualquier sitio, como el fútbol o el baloncesto”.

Confían en poder retomar los entrenamientos el 4 de octubre, de forma escalonada con cada una de las categorías. El primer día tendrán una charla con los participantes, para explicarles las nuevas normas. Habrá muchos cambios: no podrán usar, por ejemplo, una sala en la que dejaban los patines, cascos y sticks, que cada uno deberá llevar de vuelta a casa. Durante el entrenamiento, han marcado un espacio, siempre el mismo, para que cada equipo pueda dejar sus bolsas, y en los accesos contarán con una puerta de entrada y otra de salida, para no mezclar grupos.

Cuadrar los horarios de los entrenamientos, con más grupos al tener que reducir los aforos, también les está siendo complicado. “Tener que hacer grupos más pequeños nos condiciona todo, ya que a cada uno le tenemos que poner un horario de entrenamiento diferente. Afortunadamente, muchos centros de Secundaria tienen horario de mañana, lo que nos permite empezar antes”, reconoce. El hecho de no poder utilizar los vestuarios, admite, puede suponer un mayor problema para los participantes que llegan de otros municipios como Barakaldo, Basauri o incluso Bakio. Los niños deberán llegar vestidos al entrenamiento, a excepción del casco, los guantes y los patines, que pueden ponerse en la misma pista.

Con todo, los niños del equipo tienen “muchas ganas de empezar”, al igual que las familias. “Estamos en plena vorágine de inicio del programa. Hemos encauzado ya el deporte federado y ahora nos toca ponernos con el escolar. Pensábamos que no iba a empezar hasta enero y la verdad es que nos ha pillado un poco de sopetón. Pero tenemos muchas ganas, porque los chavales necesitan hacer deporte y actividad”. El presidente del club comprende la decisión de aplazar, de momento, la celebración de partidos y torneos. “Me parece lógico. Los partidos mueven mucha gente, porque ya no son solo los dos equipos, sino que van los padres a verles... Me parece una postura acertada, por lo que es bueno que hagan deporte y jueguen. Si dentro de unos meses se puede empezar la competición, perfecto, pero para mí es secundario”.