Con cuatro mil casos positivos en activo en Euskadi, más de la mitad de los cuales son asintomáticos, el coordinador del Programa de Vigilancia y Control del Covid, Ignacio Garitano, certificó ayer cierta mejoría en la evolución de la pandemia. “Tenemos buenos indicadores y la tendencia es buena”, sentenció. “La pandemia está todo lo controlada que puede estar. Sin vacunas ni tratamientos, una pandemia no se termina más que metiéndose todos en casa. Pero aceptando que esto es así, una estabilización de las cifras y un número de casos que puede ser gestionado por el sistema sanitario, es la mejor manera que mantenerla controlada”, aseveró.

Garitano argumentó cómo durante tres días consecutivos, sábado, domingo y lunes, el porcentaje de positivos en las pruebas PCR ha bajado del 5%, el indicador considerado óptimo. Así, si el sábado se detectaron 290 positivos y el domingo 287, este lunes fueron 459. Sin embargo, el porcentaje de infectados en función de las PCR realizadas sigue por debajo del umbral de riesgo fijado por la OMS. “Hemos bajado varios días del 5% de positivos, y eso no se conseguía desde hace semanas”.

Por todo ello, el responsable sanitario aseguró que, sin duda, “se puede hablar de un cambio de tendencia porque hay varios indicadores que lo certifican”. En este sentido, aseguró que no se ha detectado ningún gran foco ni ningún brote importante relacionado con la hostelería y zonas de ocio, “o al menos ninguno con una magnitud que nos llame la atención”, resaltó.

No ocultó, sin embargo, la gravedad de que 46 personas hayan fallecido la última semana por coronavirus como causa directa, 16 más que en los siete días precedentes. “Los fallecimientos siempre ocurren con una cadencia sobre los casos. Si estos aumentan, los muertos van a aumentar porque sufrimos los fallecidos derivados de las altas tasas de contagio de las semanas precedentes”. Así, Garitano constató que la mejoría de la pandemia tardará 10 o 15 días en trasladarse al número de decesos.

En este sentido, explicó, que “los fallecimientos se producen en compartimentos estancos. Cuando los casos bajan, bajan en todos los sitios. Pero un solo caso que se introduzca en una residencia tiene mucha probabilidad de extenderse a otros ancianos ya que en los mayores de 90 años, la letalidad es muy alta”, aclaró.