prueba de fuego de las no fiestasVirgen Blanca

Sin embargo, nada de eso, por fortuna, se vio ayer. Las aglomeraciones y brincos que cada víspera de la patrona gasteiztarra celebran el descorche festivo, fueron sustituidos por un gran silencio y una plaza desértica, tal y como requerían las autoridades sanitarias y el Ayuntamiento con la campaña de concienciación Este año no toca/Aurten ez, Este año no toca/Aurten ezpuesta en marcha para frenar la propagación del covid.

La capital alavesa asistió así a un momento histórico, el de ver cómo ese epicentro festivo simbolizaba la contención de estas no fiestas, y que tuvo su máximo apogeo a las 18.00 horas, cuando los toques de campana desde la torre de San Miguel, retumbaron de forma sobrecogedora, los cuales fueron acompañados por los cánticos de la canción de Celedón y aplausos, pero solo de los que tuvieron la suerte de presenciar esta escena desde sus balcones, ya que desde abajo únicamente lo pudieron hacer los medios acreditados, al estar vetado el acceso, gracias a un cordón policial que se extendió por trece puntos de la ciudad y que logró restringir con éxito el paso de todo aquel al que se le olvidaba que Este año no toca.

Solamente algunos despistados trataron de entrar en la plaza. “Por aquí no puede pasar. Dentro de la plaza no se puede entrar”, explicaban dos agentes de la Ertzaintza a un ciudadano que intentaba acceder a la Virgen Blanca desde la Zapatería pasadas las 17.00 horas. El blindaje policial, fue clave para evitar concentraciones.

Los gasteiztarras respetaron el ‘Este año no toca/Aurten ez’ y se abstuvieron de acercarse a la plaza de la Virgen Blanca