AS aplicaciones para rastrear el contagio del coronavirus que provoca el covid-19 respetan la privacidad y el anonimato de sus usuarios, ya que no comparten la geolocalización, todos los datos están cifrados y no son enviados envía a servidores externos, asegura el experto en ciberseguridad y protección de datos Juan José Nombela.

Director del área de Ciencias de la Computación y Tecnología de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), Nombela subraya que, en estas aplicaciones informáticas, los datos de los contactos se comunican mediante un código aleatorio único para cada persona, que se guarda en el teléfono del usuario. Por ello, el experto en protección de datos respalda el uso de la inteligencia artificial, el Big Data y la ciberseguridad para proteger la salud de los ciudadanos, cuya privacidad y datos están "siempre protegidos".

Nombela alude al proyecto piloto de rastreo de contagios de covid-19 que se desarrolla actualmente en la isla canaria de La Gomera para simular posibles contagios y hacer un seguimiento de los casos positivos. A través de una aplicación móvil, algunos participantes en este experimento simularán que están infectados por covid-19 marcando en su teléfono que tienen la enfermedad.

Al contrario de lo que ocurrió en Corea del Sur, donde esta iniciativa fue obligatoria e incluía la geolocalización de los usuarios, en el experimento canario es voluntaria, según aseguró el director riojano, quien recalcó que "los datos no se guardan y el Gobierno no controla dónde se encuentra el usuario".

Convencido de la bondad de los rastreadores virtuales, Nombela lamenta que a algunos ciudadanos les preocupe que "sepan dónde han estado con una aplicación que sirve para controlar una pandemia, para que haya menos muertos y para que la economía no se hunda más", pero después ceden "alegremente" sus datos a una aplicación "absurda", como las que simulan el envejecimiento.

A través del sistema Bluetooth del teléfono, las aplicaciones de rastreo del covid-19 permiten determinar si una persona ha estado durante más de quince minutos a menos de dos metros de alguien contagiado en los últimos quince días.

actuación en positivos

En caso positivo, la persona recibirá posteriormente las indicaciones pertinentes por parte de las autoridades sanitarias, que estimarán la conveniencia de hacer una prueba PCR, aislarse o solo tener precaución.

La aplicación solo informa si se ha estado en contacto con un contagiado, pero "no determina ni quién, ni cuándo ni cuánto tiempo", recalca Nombela, quien subraya que será la autoridad sanitaria la que comunica el contagio para activar una alarma en la aplicación de los posibles contagiados.

Sin embargo, esas aplicaciones no son perfectas, ya que ignoran en qué condiciones se han producido los contactos, porque el riesgo de contagio es muy diferente si, por ejemplo, se ha usado mascarilla y no ha habido un contacto físico directo, lo que puede provocar "falsos contagiados".

Nombela adelantó que el ensayo de La Gomera podría repetirse en otro lugar en septiembre, aunque "lo ideal" sería realizarlo en agosto, con la participación de turistas extranjeros, para comprobar cómo se produciría la propagación de un brote en época estival.

El docente de la UNIR confía en que el experimento de La Gomera sea exitoso. Con anterioridad Francia hizo una aplicación propia, pero apenas el 3% de la población se la descargó. Por su parte, en Alemania usaron un sistema, que, con un código, permitía que dos programas de software se comunicaran entre sí.