- La operación Paso del Estrecho, que cada verano permite a más de tres millones de marroquíes regresar a su país por vacaciones, no tendrá lugar este año, pues en estos momentos aún no se conoce la fecha de apertura de fronteras por parte de Marruecos. Este traslado afecta todos los veranos a la N-1, la radial que conecta Madrid con Lasarte-Oria, cuyo tráfico se verá este año notablemente reducido tras la cancelación.

El anuncio lo hizo ayer el ministro de Exteriores de Marruecos, Naser Burita, quien en una comparecencia ante la Cámara de Representantes del Parlamento dijo que la operación Marhaba (Bienvenidos), como se conoce la operación en Marruecos, no será organizada este verano.

Sin embargo, Burita precisó que los emigrantes marroquíes podrán volver a su país de origen cuando estén abiertas las fronteras, para lo cual no existe todavía una fecha.

El ministro detalló que la operación Marhaba, que todos los años supone el desplazamiento de cientos de miles de residentes marroquíes en Europa para pasar sus vacaciones de verano en su país de origen, requiere preparativos desde abril, además de coordinación entre varios países y la intervención de varias instituciones, factores todos que no se han reunido este año debido a la pandemia.

La operación Paso del Estrecho constituye uno de los dispositivos de tráfico más importantes a nivel mundial, y uno de los ejemplos de coordinación entre los países implicados en el tránsito de grandes flujos humanos. Cada año, una comisión mixta hispano-marroquí, que celebra reuniones en ambos países, cuida su desarrollo en buenas condiciones.

3.242.970 pasajeros y 760.215 vehículos tomaron parte en la operación del año pasado, un 3% más que e2018, según cifras del ministerio español del Interior. El pasado día 4, fuentes de dicho ministerio dijeron que había contactos casi diarios con Marruecos para estudiar la viabilidad de la operación Paso del Estrecho, que entonces se consideraba "aplazada pero no suspendida". En esos contactos participaban también representantes de Francia, Bélgica, Holanda e Italia, pues al ser una operación que involucra a todos estos países todas las decisiones debían hacerse "de manera conjunta y coordinada".

Para Marruecos, la operación Paso del Estrecho reviste -además de una importante dimensión social y familiar- un carácter económico, ya que los emigrantes se consideran turistas que aportan dinamismo al sector turístico del país, y son una importante fuente de divisas.

En su comparecencia ante el Parlamento, Burita indicó que los emigrantes marroquíes residentes en el extranjero podrán volver a su país de origen cuando se abran las fronteras terrestres, aéreas y marítimas, pero no precisó fecha para esa apertura.

Al mismo tiempo puntualizó que estos retornos estarán sujetos a las medidas tomadas por los países de tránsito, en particular España e Italia, y a la situación epidemiológica tanto marroquí como internacional.

Además, se impondrá a los viajeros varias condiciones, como la obligación de someterse a un confinamiento individual de nueve días y la realización de dos pruebas de descarte al principio y final del aislamiento.

Por otra parte, el ministro explicó que desde el 15 de mayo se han repatriado a 3.157 marroquíes atrapados en España y Turquía.

Aglomeraciones. El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, aseguró que Marruecos hizo un favor a España con la decisión de suspender la operación Paso de Estrecho. Simón agradeció que Marruecos sea consciente de los riesgos y que fuera tan prudente al adoptar esa medida, que evitará que transiten por España millones de personas. "A nosotros nos beneficia", dijo el experto, que añadió que la suspensión evita "la concentración en Algeciras" de miles de personas esperando los ferris, muchas de ellas desfavorecidas" y "con más probabilidad de transmisión".