N retroceso sería catastrófico para ambas comunidades". La alcaldesa de Laredo, Charo Losa, tiene claro que "preservar la salud de todos tiene que ser siempre prioritario ante cualquier otra cuestión". Por eso, tras retrasarse los planes de vascos y cántabros de viajar entre sus comunidades, pide "paciencia". "Somos conscientes de la importancia del turismo en la economía de nuestra villa. Sin embargo, dados los últimos repuntes en la CAV, entendemos perfectamente la decisión de posponer la circulación entre comunidades", explica Losa, en referencia a los brotes de coronavirus registrados en hospitales vascos. Motivo por el que se demorará la apertura de fronteras.

Con el verano a la vuelta de la esquina, la alcaldesa de Laredo se hace cargo de los deseos compartidos de "volver a la normalidad y recuperar nuestra actividad estival". Sin embargo, recuerda, "estamos saliendo de una pandemia y si no seguimos las instrucciones de las autoridades sanitarias y gubernamentales, podemos volver atrás". Un escenario del que todos rehúyen. "Si para evitarlo debemos esperar un poco más antes de dar un paso más hacia la nueva normalidad, tendremos que tener paciencia", insta y apela "a la responsabilidad individual para salir juntos de esta crisis".

En cuanto el desplazamiento entre ambas comunidades sea posible, quizás el próximo viernes, tal y como plantea, si las condiciones sanitarias lo permiten, el presidente cántabro, "los laredanos estaremos encantados de recibir a nuestros vecinos. Las autoridades regionales y sanitarias han tomado una decisión asesoradas por expertos competentes, siguiendo las recomendaciones de los profesionales sanitarios y el Ayuntamiento de Laredo va a cumplir su cometido", subraya.

Haro descarta 'recelos'

Veranea en Haro desde los tres años, aunque ahora, como concejala de Turismo, se haya convertido en anfitriona. La gasteiztarra Saioa Larrañaga se siente "muy identificada" con la situación que vive la ciudadanía vasca, a la espera de poder acceder a sus segundas residencias. Una posibilidad que La Rioja ha retrasado hasta el día 21. A pesar de los brotes en la CAV, una vez se levante el veto, Larrañaga no cree que haya recelos. "En el momento en que Urkullu y Concha Andreu decidan abrir las fronteras para que puedan venir del País Vasco a La Rioja es porque habrán consultado con los responsables sanitarios y estarán seguros de que no existe ese riesgo", afirma. En este sentido, da por sentado que "tanto los habitantes del País Vasco como los de Haro lo que quieren es mantener su seguridad". Por eso descarta que entre ellos surjan desconfianzas. "Por ir a su segunda residencia no van a dejar de tomar las medidas que han estado tomando en su casa", se muestra convencida.

Saioa Larrañaga, concejala de Turismo de Haro, es gasteiztarra y lleva veraneando en la localidad riojana desde los tres años. Foto: DEIA

Haro vivió la avanzadilla del coronavirus en Euskadi. "A partir de algo tan inocente como ir a un funeral en Vitoria, hubo un foco que tardó en controlarse porque nadie sabía qué era esto ni cómo se propagaba. En marzo tomamos decisiones que en otras provincias ni se estaban planteando, como cerrar los parques públicos, el ayuntamiento... Siempre fuimos dos semanas adelantados", explica. Pese al tiempo transcurrido, no han bajado la guardia. "Las medidas higiénicas y sanitarias que se están realizando, limpiando con lejía todo el pavimento, siguen siendo muy potentes. Una vez que los turistas puedan venir, tendrán que seguir incrementándose", avanza.

Mientras tanto, aboga por la cautela. "La precaución es la que va a hacer que esto vaya a mejor. Se han podido salvar 450.000 vidas en el Estado gracias al confinamiento y nos queda muy poquito para terminar el estado de alarma", recuerda. Llegados a este punto, opina, "no nos tenemos que fijar tanto en si las medidas deben adelantarse, sino en que se vayan valorando y cuenten con el beneplácito de las consejerías de Sanidad, que son las que autorizarán que empecemos a movernos".

Cuando eso suceda, asegura, la localidad estará lista para acoger a sus visitantes. "Estamos trabajando para que Haro sea un destino seguro. En agosto hasta llegamos a triplicar la población. Entre la gente que tiene residencias y los que vienen a pasar unos días, la afluencia de vascos es muy notable", señala. Además de "controlar la seguridad sanitaria", están adoptando otras medidas. "Trabajamos en la apertura de alguna instalación deportiva, se ha habilitado parte de las calzadas para que en las terrazas se pueda cumplir con la distancia de seguridad, se ha dotado al comercio con una ayuda directa que asciende a 250.000 euros, no se va a cobrar la tasa de terrazas... No sabemos cuánto va a durar esto, pero hay cosas que el Ayuntamiento tiene que asumir para aliviar a los negocios", admite. Al menos hasta que el desembarco de turistas "ayude a su recuperación económica".