El 72 por ciento de las personas LGBT+ "vuelve al armario cada día en su trabajo" para evitar chistes, burlas o insultos, para que no se frustren ascensos o subidas salariales o para no perder el empleo, según desvela el proyecto ADIM, elaborado por los gobiernos de España, a través del Ministerio de Igualdad, y Portugal y por la Universidad Complutense de Madrid (UCM).

Del total de las personas LGBT+ que oculta su orientación sexual en el trabajo, un 26 por ciento no es visible con ningún compañero, otro tanto sólo con alguno y un 20 con la mayoría. Solamente el 55 por ciento del colectivo LGBT+ que tienen hijos se siente cómodo hablando de ellos, "un dato alarmante si se tiene en cuenta la difícil gestión de imprevistos que surgen con los menores, como enfermedades, accidentes o cuestiones escolares sobrevenidas", indica la Complutense en un comunicado.

Unido a que el 15 por ciento de las personas LGTB+ ha evitado alguna vez eventos o espacios corporativos. Según se desprende de la investigación, las personas LGTB+ evitan hablar en el trabajo de temas tan relevantes como su vida social, sus aficiones, sus afectos y sus familias.

La investigación incide en que esta situación "imposibilita un desarrollo personal en libertad y perjudica el desarrollo profesional, pues además de no poder disfrutar de ciertos derechos laborales, las personas LGBT+ enfrentan más dificultades para poder comprometerse con la empresa y realizarse profesionalmente".

El Proyecto ADIM propone acciones concretas que pueden llevar a cabo las empresas e instituciones para promover un ambiente laboral inclusivo para las personas LGBT+ y, específicamente, para las*mujeres lesbianas y bisexuales y las personas trans. Lo hacen desde la base de que las empresas que trabajan la diversidad sexual "potencian la creatividad y la innovación, aseguran el bienestar de las personas que trabajan en ellas y garantizan su mayor implicación".

En el proyecto, financiado por la Unión Europea, han participado 16 empresas y 8 universidades públicas de España y Portugal. Ha consistido en un diagnóstico interno de las políticas de diversidad e inclusión dirigidas a personas LGBT+ y en la elaboración de un cuestionario administrado a 53.667 empleados y respondido por 8.557, de los que 1.147 eran personas LGBT+.