- El concejal de Desarrollo Económico del Ayuntamiento de Bilbao, Xabier Ochandiano, mira hacia el futuro con positivismo. "Aunque cueste, saldremos de esta", dice al otro lado del teléfono.

Las previsiones de inicio de año habrán variado bastante.

—Sí, de manera notable. Cerramos 2019 prácticamente rozando el millón de turistas en la ciudad, preveíamos superar el millón con creces durante 2020 y esa cifra ya no se dará. Ahora lo que tenemos que hacer es mirar hacia adelante. Somos conscientes de que el turismo de Alemania, Francia o Reino Unido costará más recuperarlo, por eso estamos volcando todos nuestros esfuerzos en acciones de promoción de turismo de proximidad. Es difícil ahora mismo arrojar nuevas previsiones porque casi vamos haciendo camino al andar. Cada día vamos abriendo nuevos recursos.

Una oportunidad para fomentar y activar el turismo local.

—Sí. Estamos convencidos de que va a crecer. Hay que hacer de la necesidad una virtud. De momento, tenemos algunas restricciones de movilidad y nos tenemos que convertir en embajadores de nuestra ciudad. Si es algo que ha funcionado en otro tiempo, ¿por qué no lo podemos fortalecer ahora? Vamos a tener mucho tiempo para pasar en nuestro entorno más próximo y es fundamental reforzar el turismo de proximidad, incluso el propio turismo local.

¿Cómo prevé la reactivación de la cultura?

—La cultura, junto con la gastronomía, son dos de los grandes pilares de atracción de la ciudad. Seguramente haya una recuperación progresiva y lenta al comienzo, y que parta, sobre todo al principio, más de visitantes locales y de proximidad. Lo importante es que unos y otros hayan abierto. Hay que lanzar mensajes contundentes, de confianza, de seguridad y también de ilusión. Junio será un mes en el que se irán ganando números, pero muy poco a poco.

¿Terrazas y comercios dan más vida a la ciudad?

—Sí, ahora eso es fundamental. Al mismo tiempo que vamos, por supuesto, cumpliendo con todos los requisitos que establecen las autoridades sanitarias, es fundamental ir progresivamente y con cautela abriendo comercios, locales de hostelería, hoteles. Porque si no tenemos oferta, difícilmente vamos a poder atraer demanda de otros lugares. Hay un elemento fundamental y es que hay que reactivar el consumo poco a poco, insisto, preservando todas las medidas que dictan las autoridades sanitarias, pero es fundamental recuperar poco a poco el pulso a la actividad, el comercio, la hostelería y el turismo de proximidad... y el de otros sectores.

¿Cómo fue la apertura de hoteles?

—Durante el confinamiento los pocos hoteles que han estado abiertos han acogido a los profesionales que trabajaban en nuestro entorno y necesitaban hospedarse. Aquí sobre todo ha habido un par de hoteles que han estado funcionando. Ahora mismo, ya tenemos unos cinco o seis hoteles en la ciudad abiertos y entre pensiones y otro tipo de modalidades podríamos tener unos quince en funcionamiento.

¿Cómo será la evolución de la villa?

—Soy moderadamente optimista. Creo que la gestión ha sido razonablemente buena y que estamos bien situados. Lo fundamental es recuperar la confianza, estimular el consumo y veo una ciudad positiva. Aunque cueste, saldremos de esta.