Este año la camaradería y la confraternización que se generan automáticamente entre los jóvenes y niños que participan en actividades como campamentos, udalekus, campos de trabajo, colonias o talleres tendrán que superar la dura prueba de la distancia, los grupos reducidos y las relaciones sociales restringidas.

Las normas y recomendaciones que baraja el Gobierno vasco para regular las actividades de tiempo libre educativo infantil y juvenil durante la Fase 3 y la nueva normalidad restringen el número de participantes a un máximo de 80 en espacios cerrados e imponen turnos de comedor y creación de subgrupos de 7 personas con un monitor al cargo, entre otras medidas.

El borrador de recomendaciones para la recuperación de las actividades dirigidas a jóvenes, niños y niñas y que se realizan habitualmente durante el verano incluye una serie de medidas preparatorias comunes para las actividades con pernoctación de los participantes y las que solo se realizan durante el día.

Entre las medidas que exigirá el Gobierno vasco están la desinfección e higiene obligatorias de las instalaciones, así como la creación de un protocolo de actuación en caso de emergencia o riesgo de contagio, la capacitación de los monitores y monitoras para hacer cumplir las medidas que exige la prevención del coronavirus y la obligación de los participantes o sus tutores de firmar un documento de aceptación de las condiciones y consentimiento informado.

El borrador hace referencia a actividades como escuelas de verano, talleres, huertos, marchas, campamentos urbanos, campamentos, campos de trabajo, acampadas y alberguismo. Unas iniciativas, tanto públicas como privadas, que cada año reúnen a miles de jóvenes y menores de Euskadi a lo largo de toda la geografía y que forman parte de los planes habituales para las vacaciones.

El documento, elaborado por el departamento de Empleo y Políticas Sociales y contrastado con diversas organizaciones juveniles y las diputaciones forales, indica que durante la Fase 3 los participantes en udalekus y campamentos, entre otras actividades, deberán proceder del mismo territorio histórico o área de salud. En la fase siguiente -Nueva normalidad- los participantes serán preferentemente de la misma comunidad autónoma o de áreas limítrofes siempre que todas ellas hayan superado la Fase 3. En la primera etapa tendrán prioridad los jóvenes con necesidades especiales, diversidad funcional o situación social desfavorecida, mientras que los grupos de riesgo quedarán excluidos de estas actividades.

El número de participantes queda limitado a un máximo de 200 personas en actividades al aire libre en la Fase 3 y 300 personas en la Nueva normalidad, y a 80 personas como máximo cuando se trate de actividades en espacios cerrados -que deberán ser amplios y con ventilación constante- en ambas etapas. En el caso de que las actividades juveniles impliquen la pernoctación de los participantes las habitaciones compartidas se ocuparán al 50%, con una sola persona por litera, con una separación mínima de 2 metros entre camas ocupadas y, en el caso de acampadas, una persona por tienda de campaña.

En los comedores cerrados el aforo será del 50% con una separación de 2 metros entre comensales, establecimiento de turnos o instalación de mamparas, y en los comedores abiertos (carpas, lonas, construcciones de madera, etc.) la distancia entre personas se podrá reducir a 1,5 metros.