El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha pedido "máxima prudencia y rigor" en el primer día de la fase 1 de la desescalada en Euskadi para "no cometer errores" y no deshacer "todo lo conseguido hasta ahora" y dejar "sin valor todo el esfuerzo y sacrificio" de la sociedad vasca.

Urkullu ha realizado esta petición durante la visita que, junto a la consejera de Salud, Nekane Murga, ha realizado al Hospital Universitario de Cruces, donde han recorrido algunas de las zonas reconvertidas del hospital para la atención de pacientes con COVID-19.

El lehendakari, que ha reconocido y agradecido el esfuerzo y el trabajo de los profesionales sanitarios, ha destacado que la sociedad vasca "ha demostrado que es una sociedad madura que ha actuado con absoluta seriedad y responsabilidad" frente a la pandemia del coronavirus.

Ha señalado que Euskadi entra en una nueva fase en la que la que hay más actividad y más posibilidad de concentraciones "que nos llevan a un riesgo", por lo que es necesario "ser conscientes de la importancia de seguir intentando reducir la transmisión" con medidas de prevención y autoprotección.

Ha insistido en que "lo fundamental" es "intentar seguir reduciendo la transmisión" porque "por mucha actividad que tengamos no podemos deshacer todo lo conseguido hasta ahora, no podemos dejar sin valor todo el esfuerzo y sacrificio que la sociedad en general ha demostrado".

El lehendakari ha manifestado que "es el momento, precisamente ahora que se van superando fases, de exigir prudencia y de exigir rigor", y ha pedido que todos sean "conscientes de la responsabilidad" que se tiene para con la "propia salud individual y la salud colectiva".

Durante la visita, trabajadores y delegados sindicales han realizado una protesta para denunciar la situación en la que se encuentran los trabajadores de la sanidad y "poner de manifiesto la pésima y propagandística gestión" realizada, según ha informado LAB.

Durante la protesta, en la que se han podido escuchar abucheos y gritos de "fuera, fuera", los trabajadores y delegados sindicales han mostrado carteles pidiendo la dimisión de la consejera de Salud.

Desde el inicio de la pandemia, más de 6.500 casos de coronavirus han requerido de hospitalización en el País Vasco y 559 han ingresado en unidades de críticos. Asimismo, más de 12.000 personas se han recuperado o han recibido el alta hospitalaria.