Los mercados semanales de productos agrícolas y ganaderos vascos retomaron ayer su actividad entre las obligadas medidas de seguridad frente al coronavirus, como la distancia entre puestos, el uso de guantes y gel desinfectante. Ayer fue el turno del mercado de abastos de la capital alavesa, en la plaza Santa Bárbara; y mañana, por ejemplo, será el de El Arenal en la capital vizcaina. De esta manera se da respuesta a la demanda de agentes del sector y más de 300 plataformas populares que venían reclamando la reapertura del circuito y los canales de venta habituales para los productos locales.

La decisión llega justo a tiempo para conmemorar hoy el Día mundial de la Lucha Campesina y animar al consumo de alimentos de cercanía. Después de varias semanas en cuarentena, el Departamento de Seguridad actualizó los criterios de actuación durante la alarma sanitaria por el coronavirus y permitió nuevamente la celebración de los mercados y ferias semanales de venta directa de alimentos y productos agrícolas y ganaderos manteniendo determinadas pautas sanitarias.

Eso sí, hasta nuevo aviso, se mantiene la suspensión temporal de las ferias de productos agropecuarios que tengan un carácter socio-recreativo. La nueva orden que regula la reapertura de estos mercados establece las medidas sanitarias que deberán cumplirse en este tipo de puntos de venta de carácter semanal. Por ejemplo, que los puestos tienen que estar separados por una vía de tránsito y con una distancia mínima entre ellos de seis metros y una separación entre los laterales de, al menos, cuatro metros.

Dentro de un mismo puesto los vendedores deberán guardar entre sí una distancia mínima de dos metros y, si no es posible, solo podrá haber uno. Estos tendrán que facilitar guantes desechables a la clientela y será indispensable su utilización para tocar los productos. Asimismo, deberán contar con dispensadores de gel desinfectante tanto para los vendedores como para los compradores.

Pero los requisitos fijados no serán únicamente para las personas que estén detrás del puesto. También las personas consumidoras tienen que mantener una distancia mínima entre ellos de dos metros. Y, sobre todo, tal y como puntualizaron desde el Departamento de Seguridad, "vivir en las cercanías del mercado o tener bien justificada su presencia en el mismo por otras causas". La Policía Local, las agrupaciones de voluntarios de Protección Civil y, en general, los agentes de la autoridad serán los encargados de velar para que se respeten estas normas desde el inicio hasta la conclusión del mercado y también para evitar que se puedan producir aglomeraciones.

El miércoles 8 de abril el Boletín Oficial del País Vasco (BOPV) publicó una orden de la consejera de Salud, Nekane Murga, en la que se prohibían desde ese día y hasta que finalizara el estado de alarma la celebración de todo tipo de mercados y ferias de venta directa de alimentos y productos agrícolas y ganaderos. Esta decisión provocó las críticas de asociaciones agrarias como ENBA y EHNE

No obstante, ahora se podrán reactivar estos mercados de productos tradicionales semanales que existen en las capitales vascas; el de los jueves y sábados en Gasteiz, el itinerante de Donostia que se celebra los sábados en distintos barrios y el que cada sábado se celebra en El Arenal de Bilbao, así como todos aquellos que se organizan en muchos municipios de la geografía vasca como en Gernika (lunes), Ordizia (miércoles), Tolosa (sábados), Laudio (jueves) y Amurrio (viernes).

En la quinta actualización de criterios de actuación de Ertzaintza y policías locales publicada en el BOPV también se indica que se permite el trabajo en huertas familiares siempre y cuando la movilidad y la estancia se realicen por el tiempo imprescindible, respetando las medidas establecidas por la autoridad sanitaria. Eso sí, no se contemplan las huertas ubicadas en segundas residencias.

En esas huertas se permite la recolección de productos, hacer labores de mantenimiento, preparar el terreno para la siembra y planta, la propia plantación, siembra, así como el riego y abono.

En la quinta actualización de criterios de actuación de Ertzaintza y policías locales publicada en el BOPV también se indica que se permite el trabajo en huertas familiares siempre y cuando la movilidad y la estancia se realicen por el tiempo imprescindible, respetando las medidas establecidas por la autoridad sanitaria. Eso sí, no se contemplan las huertas ubicadas en segundas residencias. En esas huertas se permite la recolección de productos, hacer labores de mantenimiento, preparar el terreno para la siembra y planta, la propia plantación, siembra, riego y abono.

La Policía Local y voluntarios de Protección Civil se encargarán de hacer que se respeten las normas de seguridad.