Bilbao - La prioridad es clara: preservar la salud de todas las personas prestando la lógica atención a aquellas que se integran en los llamados colectivos de riesgo. Se trata, principalmente, de hombres y mujeres de edad avanzada con enfermedades crónicas y patologías previas, así como de los menores de edad -doce contagiados por ahora, todos en Araba-, potenciales transmisores del coronavirus, la pandemia mundial que ayer se cobró tres fallecimientos más en Euskadi: una mujer de 89 años en Gasteiz y otra de 94 en Bizkaia, ambas con patologías previas, al igual que el varón de 86 años muerto en Gipuzkoa, con lo que ya son nueve las personas que han perdido la vida por el covid-19 en la geografía vasca desde el pasado día 4.

Por todo ello, en una acción coordinada, el Gobierno vasco decidió ayer reforzar las medidas de prevención para evitar la propagación del coronavirus en Euskadi, suspendiendo de forma temporal la actividad docente presencial en todos los centros educativos de Araba y en Balmaseda. Así lo anunció la consejera de Salud, Nekane Murga, en una comparecencia donde informó también de la recomendación trasladada a Eudel, la Asociación de Municipios Vascos, que aconseja el cierre en todo Euskadi de los centros de actividad lúdica para personas jubiladas.

La consejera no descartó extender a otras localidades de otros territorios históricos medidas similares en el ámbito educativo. Tal y como indicó, "en función de cómo vayan los datos se valorará" la adopción de esa u otro tipo de recomendaciones. De momento, el Ejecutivo decretó suspender temporalmente la actividad escolar de todos los centros educativos de la villa encartada -ikastola, colegio público, haurreskola e instituto- por el "foco epidemiológico de coronavirus" que afecta "con especial incidencia" a la zona de Balmaseda. Así lo recoge la circular que el Departamento de Educación remitió a las direcciones de los distintos centros educativos de la localidad encartada.

También llega el cierre a la totalidad del sistema educativo alavés que afectará a 68.000 estudiantes. El cierre cautelar en Balmaseda, que durará hasta el próximo día 23, se produjo un día después de que la Escuela Oficial de Idiomas (EOI) de la vecina Zalla cerrase sus puertas tras ser detectados dos casos positivos en una misma aula.

Mantener la calma Según fuentes oficiales, esta decisión extraordinaria fue adoptada ya que una de las personas infectadas en la EOI de Zalla trabaja en el comedor de Zubi Zaharra Ikastola. Las mismas fuentes explicaron que la monitora recibió el martes la confirmación de su positivo en covid-19 tras permanecer el fin de semana aislada en su domicilio. El alcalde de Balmaseda, Aitor Larrinaga, invitó a la ciudadanía a mantener la calma y a seguir las recomendaciones emitidas por Salud Pública y Osakidetza para no agravar esta crisis sanitaria. "Estamos en la misma situación que ayer [por el martes] ya que solo hay un caso confirmado de contagio en Balmaseda y dos en Enkarterri en total", declaró a DEIA, según informa Elixane Castresana. No obstante el primer edil adelantó que, de forma preventiva, el Ayuntamiento suspenderá los cursillos infantiles que se celebran en las piscinas municipales, así como el resto de actividades que impliquen la concentración de menores, atendiendo a las recomendaciones emitidas por Osakidetza. La celebración de la Pasión Viviente, uno de los eventos más destacados de la vida cultural de la villa, que cada año reúne miles de visitantes, dependerá de las instrucciones que den las autoridades en función de cómo evolucione la epidemia.

La suspensión de las clases en Balmaseda afectará a la haurreskola, al Centro de Educación Infantil y Primari Mendia, a la Ikastola Zubi Zaharra y al instituto público de la localidad. Según la circular que la consejera remitió a las familias de los cientos de escolares afectados, la medida persigue "controlar la transmisión y el número de contagios del coronavirus".

La suspensión de la actividad escolar impulsada por el Departamento de Salud busca la contención en la expansión de la enfermedad entre el alumnado, evitando que este pueda propagarlo a mayor escala. La consejera Murga insistió en que el cese temporal de la actividad lectiva no se decide porque el alumnado esté en riesgo, "sino para evitar que los niños y niñas transmitan el virus a la población vulnerable, en la que sí puede tener serios efectos en la salud". - I. A.