"No parece que estamos en Roma". El exgerente de la Asociación de Comerciantes del Casco Viejo, Jon Aldeiturriaga, relata para DEIA cómo está viviendo su estancia en Roma con la crisis del coronavirus.

Locales de hostelería vacíos, comercios desiertos, la plaza San Pedro del Vaticano sin apenas gente, la Fontana de Trevi con cuatro personas. Increíble. "Es la primera vez en la historia que el Coliseo cierra sus puertas", afirma Aldeiturriaga.

Roma, una ciudad fantasma por el coronavirus

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Lo cierto es que, según explica Jon, en la calle no se nota la "histeria" y la preocupación. "La gente no va con mascarillas por la calle". Pero ayer de vuelta al hotel a las diez de la noche no se cruzaron con nadie en la vía pública.

"En la Fontana de Trevi nos hicimos un book de fotos sin ningún problema. Estábamos cuatro". Jon y su mujer Arantza regresan el miércoles a Bilbao. "No creo que tengamos problemas, nosotros estamos tranquilos", explica. "Hemos disfrutado de Roma 'sin gente'".